No le ha tocado a España, pero la situación tampoco apuntaba a que fuese una de las elegidas para albergar uno de los proyectos más arriesgados de Uber. Mientras en España se debate el futuro del taxi desde el nivel político, jurídico y social con una reforma que no pinta demasiado bien para el negocio de Uber y Cabify, Uber Air ya tiene nuevos destinos fuera de Estados Unidos.
Japón, India, Australia, Brasil y Francia se han posicionado como los candidatos a convertirse en las primeras ciudades fuera de Estados Unidos con coches voladores. Durante los próximos cinco años, Uber Elevate pondrá en circulación su modelo de coche volador solicitados bajo demanda; un modelo que presentó en mayo de este mimo año con el prototipo que están preparando en sus oficinas centrales. Cuatro pasajeros, eléctricos, silenciosos, más eficientes y, lo que es más importante, autónomos.
Uber presenta el primer prototipo de su taxi volador
De esas cinco ciudades, Uber decidirá cuál se ajusta más a sus necesidades y requisitos. Entre ellos, anunciaba la compañía, estaba la posibilidad de contar con la exención de impuestos o contar com incentivos locales. Para Uber, el proyecto es una inversión en el transporte local de las ciudades que debe verse recompensado de alguna manera. Poblaciones de más de dos millones de habitantes y grandes densidades de tráfico. Buscan, además, regiones con aeropuertos alejados de las grandes urbes, para evitar conflictos con el tráfico aéreo. Por la necesidad de crear infraestructuras por y para este servicio, Uber también requiere normativas con permisos de construcción simplificados. Ahora se enfrentan a una ronda de contactos para concretar con las autoridades las diferentes posibilidades.
Con todos estos requisitos, salvo los referentes a la densidad de las ciudades, la realidad es que la posible llegada de Uber Air a España se encuentra a años luz de la realidad. Por la parte de los incentivos y la regulación, la tecnológica se encontrará un gran rival.
De forma paralela, Uber Air también pondrá en marcha el programa de reparto de comida a domicilio con drones. Un sistema que ya se está testando en San Diego y que pronto alcanzará nuevas regiones.