Mientras la compañía de Kalanick atraviesa por su peor época, el departamento de I+D sigue trabajando para convertir a Uber en la compañía de transportes del futuro. Los problemas generados a raíz de que el mundo descubriese que la empresa hacía seguimiento de los iPhone, incluso habiendo borrado la aplicación, con el objetivo de seguir generando datos sobre posibles usuarios, y la demanda por la invasión de la privacidad de los conductores de Lyft no afectan a otras divisiones. En este sentido, Uber sigue presentando nuevas ideas de transporte.

La última de ellas es Uber Air que, sin dejar mucho a la imaginación por su nombre, atiende a la idea de que los usuarios de la plataforma puedan desplazarse por el aire. Presentado en el contexto del Summit Elevate, Uber ha planteado la posibilidad de realizar un vuelo entre San Francisco y San José en 15 minutos; un trayecto que en coche puede superar las dos horas. El pasado mes de octubre, Uber ya publicaba en su Libro Blanco un modelo de transporte aéreo rápido y silencioso, que cruzaría las ciudades para mejorar los modelos de transporte. Sin entrar en muchos detalles sobre cómo impactará este tipo de naves en las actuales ciudades, ni de cómo la legislación vigente se adaptaría a la nueva petición de Uber, y recordemos los problemas que ha tenido con los coches autónomos en Estados Unidos, la compañía tiene clara su intención. Tampoco queda claro cómo van los prototipos; existen algunas aproximaciones de modelos de dron sin conductor y despegue vertical, pero nada que pueda considerarse medio de transporte de masas y, además, ya han adelantado que no van a construir sus propios vehículos. Otro dilema sería el de el control del tráfico en las mismas urbes. Para ello están trabajando con la NASA, la FAA, y la Asociación Nacional para el Control de Tráfico Aéreo, y buscan un diseño que funcione a la hora de dejar circular drones con pasajeros en las mismas ciudades; además de la construcción de infraestructuras que sirvan para estos vehículos.

Lo que sí tienen claro es que el proyecto se va a llevar a cabo en Dallas y Dubai en 2020 como fecha prevista, a través de un acuerdo con Dallas-Forth Worth y el Gobierno de Dubai para ser sus socios de lanzamiento.

En cualquier caso, lo que sí es seguro es que será una gran fuente de problemas para la compañía tarde o temprano.