Este miércoles 1 de agosto comienza la primera ola de calor del verano de 2018. Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), se esperan temperaturas máximas iguales o superiores a los 40ºC en buena parte de la península ibérica, mientras que las temperaturas mínimas no bajarán de los 20-25ºC. Con la excepción de las Islas Canarias, que se libran por el momento de este episodio de calor, el resto del país afrontará altas temperaturas hasta el próximo domingo 5 de agosto.
Aunque es normal que durante el verano suban los termómetros, solo hablamos de ola de calor cuando se cumplen ciertos requisitos. La AEMET la describe como "aquel episodio que dura al menos tres días consecutivos, en el que como mínimo el 10% de las estaciones registran temperaturas máximas por encima del percentil del 95% de la serie de temperaturas máximas diarias anotadas entre los meses de julio y agosto del período comprendido entre 1971 y 2000". Hoy en Hipertextual recopilamos los consejos y trucos para afrontar el aumento de las temperaturas durante el día y para poder dormir por las noches cuando hace calor.
Mantén una buena hidratación
El decálogo de recomendaciones elaborado por el Ministerio de Sanidad destaca la importancia de la hidratación. Beber agua de forma frecuente, aunque no sintamos sed y con independencia del ejercicio físico que realicemos, es clave para evitar los golpes de calor y también para dormir mejor. Además es aconsejable evitar las bebidas con cafeína, alcohol o los refrescos con azúcar, ya que —según el Ministerio— pueden inducir la pérdida de líquido corporal.
Permanece en lugares frescos
Los especialistas recomiendan permanecer en lugares frescos, a la sombra y climatizados, con el fin de evitar las altas temperaturas. Además es importante reducir el ejercicio físico y los deportes durante las horas centrales del día, entre las 12:00 h y las 17:00 h. A la hora de dormir, se aconseja refrescar el cuarto donde descansamos mediante el uso de cortinas y persianas o emplear ventiladores y aire acondicionado para crear un ambiente térmico idóneo. Además de mantenernos en lugares frescos, también debemos vigilar que nuestros medicamentos lo estén, ya que el calor puede alterar su composición y su eficacia.
Utiliza ropa ligera y holgada
"Use ropa ligera, holgada y que deje transpirar" es otra de las recomendaciones del Ministerio de Sanidad para afrontar la ola de calor. La ropa de color negro no da más calor, e incluso puede ayudar a mantener la temperatura siempre que haya brisa. En el caso de que no haya viento, es mejor emplear piezas de color claro y, sobre todo, que no estén demasiado ajustadas y dejen transpirar.
Cuidado con las personas más vulnerables
Durante los días que dure la ola de calor y, en general, siempre que haya altas temperaturas, es fundamental prestar más atención que nunca a las personas más vulnerables: bebés, niños, ancianos y personas que sufran enfermedades que puedan empeorar con el calor, como los trastornos cardiovasculares. El incremento de temperaturas se ha relacionado con un mayor riesgo de mortalidad y con un agravamiento de los síntomas de algunas patologías. Además, el Ministerio de Sanidad recuerda que no debemos dejar a nadie en un vehículo estacionado y cerrado, un olvido que puede resultar letal.
Comidas ligeras y horarios regulares
Las recomendaciones oficiales también incluyen la ingesta de comidas ligeras, que además ayuden a reponer las sales perdidas por culpa del calor. Este consejo es especialmente importante a la hora de dormir, donde consumir cenas ligeras y evitar los alimentos copiosos, picantes, dulces o grasientos nos permitirá conciliar mejor el sueño. Para lograr este objetivo y dormir mejor, es clave mantener horarios y rutinas regulares, además de realizar prácticas relajantes antes de ir a descansar por la noche.