Con la llegada del verano en el el hemisferio norte, las altísimas temperaturas y las dificultades para dormir cuando hace muchísimo calor, empiezan las preguntas y sobre todo la búsqueda de enfriar una habitación o una casa de la forma más económica posible, sin gastar demasiado dinero e intentando ser lo más amigable con el medio ambiente.

La elección obvia suele ser un ventilador. Una visita a cualquier comercio lo confirma: decenas en exhibición durante estos meses, en todo tamaño, tipo, altura, velocidad, características, formatos y precios. En general son baratos, con sumen poca energía y no requieren de instalación.

El problema de los ventiladores es que simplemente empujan aire, independientemente de si es frío o caliente. No están diseñados para crear corrientes de aire o enfriarlo. Si la temperatura es alta, poner un ventilador no refrescará una habitación o una casa, simplemente hará que se mueva aire caliente.

Haciendo un poco de investigación nos hemos encontrado con una empresa llamada Vornado. Fundada por Ralph K. Odor y Ottis A. Sutton, tienen más de sesenta años en el mercado y aseguran que lo que ellos construyen no son ventiladores sino “circuladores de aire”. El origen de la compañía está en el diseño aeroespacial.

Sus productos están diseñados de tal forma que sean pequeños, pero sumamente potentes. Por medio de la forma de las aspas se crean chorros de aire angostos que pueden ser ser dirigidos a ciertos puntos de la habitación para crear una circulación constante de aire capaz de enfriar una zona.

La primera reacción suele ser de sorpresa ya que, aunque son pequeños, tienen mucha potencia. La segunda reacción suele ser intentar dirigir el chorro de aire hacia donde estás para que pegue el aire directamente y refresque, pero no, así no funciona.

La compañía explica que se debe posicionar el producto en la esquina de una habitación, la que se considere la más fría (esta suele ser la esquina donde siempre hay sombra, donde el sol nunca pega directamente, en la medida de lo posible). Luego, se debe apuntar el Vornado a la esquina superior del lado contrario de la habitación. Eso hará que un chorro de aire con menor temperatura vaya hacia el otro lado del lugar donde se lo ha puesto a funcionar. De esa forma, la temperatura descenderá varios grados y generará una sensación térmica en general más fresca.

Nuestra primera experiencia con un Vornado fue hace dos años cuando, desesperados por el calor del verano madrileño, decidimos probar si realmente cumplían con la promesa de una habitación más fría. Quedamos gratamente sorprendidos y no podríamos imaginar otra solución tan barata y tan efectiva.

Amazon vende bastantes modelos del ventilador en diferentes tamaños y precios. Nosotros recomendamos el Vornado 633, disponible por 90€. También está el Vornado 530 que es un poco más pequeño y económico, por unos 75€.

Para habitaciones o espacios más grandes está el Vornado 154. Es un recirculador de aire de torre que cuesta 370€ y es sumamente potente. Hay una versión similar más económica por 154€. Y a quienes les guste el look vintage, la marca vende un modelo que recuerda a los ventiladores de los 50s, por 135€.

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