Apple se prepara para dar uno de los pasos más se le ha solicitado a la compañía durante los últimos en lo que a la privacidad de los usuarios se refiere. Pese a que la empresa de Cupertino no suele estar tan ligada a problemas relacionados con esta materia como su rival Google, eso no significa que de tanto en cuando la polémica no salpica también a la compañía de la manzana, que ahora quiere cortar de manera radical cualquier vía para que alguien acceda a dispositivos de usuarios, incluso la policía y los organismos gubernamentales.

El uso de dispositivos pensados para acceder de manera forzosa a los teléfonos de Apple ha sido una de las controversias que han rodeado a la compañía desde que el FBI pusiera en práctica estos métodos tras la negativa de la empresa liderada por Tim Cook de facilitar el acceso al mismo en el caso de San Bernardino. Desde entonces, diferentes compañías han desarrollado terminales que permiten a un tercero sortear la seguridad del iPhone conectándolo al aparato en cuestión mediante USB.

Pero esto nunca ha sido objeto de agrado por parte de Apple, que quiere acabar cuanto antes con la posibilidad de cualquier persona pueda acceder a uno de sus dispositivos sin el consentimiento expreso del propietario. Con ello quieren demostrar, una vez más, que la privacidad del usuario y sus datos encabezan la lista de las prioridades de la empresa.

El FBI gastó más de un millón de dólares para desbloquear el iPhone de San Bernardino

A la policía no le gusta esto

La mejora llegará a todos los iPhone compatibles con la actualización del sistema operativo a iOS 12 el próximo mes de septiembre, donde existirá una opción para que el dispositivo tenga que ser desbloqueado por el propietario cuando haya pasado más de una hora sin ser utilizado para autorizar una transferencia de datos mediante USB. De no ser así, el terminal conectado por cable podrá efectuar la carga, pero nunca permitir la transferencia de ningún tipo de dato.

Naturalmente, esto no ha sentado bien a los organismos de seguridad, que consideran fundamental para su trabajo contar, en determinadas ocasiones, con acceso a los dispositivos de determinadas personas. Desde Apple aseguran que entienden su postura, pero que la seguridad en los dispositivos de millones de personas alrededor del mundo va por delante:

Estamos reforzando constantemente las protecciones de seguridad en cada producto de Apple para ayudar a los clientes a defenderse de los piratas informáticos, los ladrones de identidad y las intrusiones en sus datos personales. Tenemos el mayor respeto por la aplicación de la ley, y no diseñamos nuestras mejoras de seguridad para frustrar sus esfuerzos por hacer su trabajo.

Es complicado asegurar que esto sea el fin del acceso a los iPhone de manera no permitida y que Apple se blinde con ello ante cualquier opción futura para llevarlo a cabo, pero queda claro que la compañía seguirá haciendo lo posible para que así sea. La privacidad y seguridad de sus dispositivos –que impide que se den situaciones como el bochornoso y preocupante fallo del OnePlus 6– es una de las fichas que juega la compañía como argumento de venta y, por descontado, interesa que así continúe siendo.