Razer ha dado a conocer hoy la renovación de la gama Blade, la más popular de las actuales líneas de la compañía y que viene de la mano de sorpresas muy agradables que el público agradecerá de manera notable. Por primera vez, el aspecto exterior va más allá de la estética habitual y se lanzan a una renovación más a fondo que hace que el nuevo terminal sea atractivo no solo en el papel, sino también a la vista.
La empresa, una de las marcas por excelencia cuando se trata de hablar de productos enfocados al mundo del videojuego, presume ahora de haber conseguido un portátil *gaming* de dimensiones reducidas gracias donde lo que más destaca es la reducción de los marcos de la pantalla a la mínima expresión. Esto provoca una llamativa primera impresión que se agradece ver en un ámbito donde el diseño nunca ha parecido ser una de las máximas.
Los marcos contienen un panel de 15,6 pulgadas con resolución 1080 x 1920 píxeles en las versiones más básicas y 4K 3840 x 2160 en el modelo que corona la gama, teniendo esta última también capacidad táctil. Las frecuencias de refresco, que también dependen del modelo, son dos: 60Hz y 144Hz. El peso ronda los 2 kilogramos en cualquiera de las variantes, aunque puede oscilar algo en función de las especificaciones elegidas.
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¿Y el interior?
Con una apariencia que con la que ya consigue ganar a muchos, Razer solo ha tenido que conseguir combinar algunas de las mejores opciones del mercado para terminar de construir una propuesta muy sólida para aquellos que buscan un portátil solvente en cualquier situación que haga al mismo tiempo honor a su denominación en términos de peso y dimensiones. Eso es exactamente lo que proponen con el nuevo Blade.
En cualquiera de los casos, el procesador elegido ha sido el i7 de octava generación de Intel, el cuenta con 6 núcleos y Turbo Boost hasta 4,1 GHz. Será acompañado por una NVIDIA GeForce GTX 1060 o 1070 (según modelo) y 16GB de RAM expansibles hasta los 32GB. El almacenamiento interno no difiere de las actuales propuestas, pudiendo ser de 256 o 512GB y con opción de ser ampliados hasta los 2TB.
El equipo termina de rematar su propuesta con los puertos de conexión que ofrece, que en esta ocasión son tres USB 3.1, un Thunderbolt 3, un Mini DisplayPort y el jack de auriculares de 3,5 milímetros. A estos hay que añadir el puerto de carga de la compañía y un Kensington Lock.
Todos los modelos podrán comprarse a partir de este próximo mes de junio en sus diferentes versiones, aunque su disponibilidad estará sujeta a según qué territorios. Los precios irán desde 1.949,99 a 2.449,99 euros.