Intel presentará hoy la que es su octava generación de procesadores para ordenadores, que llega con el nombre de Coffee Lake y el propósito de servir de transición entre los anteriores y la siguiente generación, donde el salto a los 10 nanómetros se hará efectivo de manera definitiva (frente a los 14nm de esta 8ª generación). Unos procesadores que no dejan de ser una revisión de los Kaby Lake, pero que suponen un paso necesario para la compañía.
El lanzamiento de los nuevos procesadores se realizará por fases, comenzando este mismo día con los i5 e i7 para las Series U (ordenadores convertibles y portátiles pequeños, sin demasiada carga de trabajo). Será durante el otoño cuando llegue a los equipos de sobremesa y a otros segmentos del mercado que requieran de una mayor potencia.
Tanto el i5 como el i7 se subdividen en dos modelos diferentes cada uno y, en comparación con la anterior generación, Intel afirma que hay una mejora de un 40% en el rendimiento que estos pequeños objetos proporcionan. Esto es posible, dicen, debido a los procesos que se siguen en la compañía en cuanto a diseño y producción. La diferencia será especialmente notable, sin embargo, para aquellos que tengan ordenadores más antiguos. Equipos con un i5 de hace 5 años podrán pasar de un tiempo de 45 minutos a uno de 3 minutos en la renderización de un vídeo 4K, por ejemplo.
Intel confirma los Ice Lake, su primera generación de 10nm+
Todos los modelos -los dos de i5 y los otros dos de i7- contarán con 4 núcleos, Intel UHD Graphics 620 y comprenderán un abanico situado entre los 3,4GHz en la versión más modesta del i5 y los 4,2GHz en la mejor versión del i7. Con ello, Intel espera poder dotar a los productos que incorporen estos procesadores no solo de más potencia, también de más autonomía que permita a los portátiles cumplir con su condición como es debido. Los primeros análisis arrojan unos resultados muy a tener en comparación con la séptima generación, haciéndose patente el trabajo realizado en este tiempo.
Uno de los ejes sobre los que cimenta Intel esta nueva generación es la versatilidad que el usuario medio quiere para su ordenador en el día a día, pudiendo desempeñar con soltura un amplio rango de tareas. Versatilidad que se refleja también en los modelos que incorporarán estos nuevos procesadores, siendo más de 145 en un primer momento.
Hace unas unos días era la propia compañía la que desvelaba el nombre de su novena generación de procesadores, Ice Lake, y cuya principal característica son unos 10nm+ de los que todavía se desconoce todo. Entre esta futura generación (que saldrá al mercado a finales de 2018 o principios de 2019) habrá otra tanda intermedia que asentará la base de los 10 nanómetros y que llevará el nombre de Cannon Lake.