Cuando el pasado 5 de octubre la Academia de Suecia anunció el Nobel de Literatura para Kazuo Ishiguro, autor de obras como Lo que queda del día, El gigante enterrado o Nunca me abandones, pocos imaginaban que el premio estaría en el ojo del huracán poco tiempo después. Unas semanas más tarde, el periódico Dagens Nyheter desveló las denuncias de dieciocho mujeres por acoso y abuso sexual contra Jean-Claude Arnault, un fotógrafo estrechamente ligado a la institución que concede los galardones desde 1901.
La investigación periodística se publicó poco después de que un escándalo similar, el de Harvey Weinstein, sacudiera los cimientos de Hollywood. Las denuncias por acoso y abuso sexual ponían en la picota en esta ocasión a la Academia de Suecia, donde presuntamente Arnault habría actuado con total impunidad. El fotógrafo, casado con la poeta Katarina Frostenson —miembro de la entidad que concede los Nobel y líder del centro cultural Forum—, ha sido acusado de maltratar a las mujeres durante más de dos décadas en las propiedades de París y Estocolmo con las que cuenta la Academia.
La Academia de Suecia, en el ojo del huracán
Entre las víctimas de Arnault se encontrarían, según Dagens Nyheter, mujeres que pertenecen a la institución vinculada a los Premios Nobel e incluso mujeres e hijas de diversos hombres de la Academia. El fotógrafo, que ha negado las acusaciones, vio cómo la entidad le vetaba el acceso a un banquete celebrado el pasado mes de diciembre, además de romper sus vínculos con Forum. Arnault también estaba bajo sospecha por haber filtrado presuntamente la información sobre los premios a J.M.G. Le Clézio (2008) y Patrick Modiano (2014).
"Abusaba de su papel como líder artístico y de sus conexiones para explotar y humillar a mujeres, especialmente jóvenes, también para silenciarlas", aseguró la artista Anna-Karin Bylund. Su testimonio, que envió personalmente al Consejo Cultural de Estocolmo y a la Academia, quedó sin respuesta. Su situación refleja lo que muchos han descrito como cultura de la violación, por la que las personas más vulnerables han sido silenciadas y despreciadas durante décadas, negando y trivializando los daños para convertir estos delitos de libertad sexual en un problema social y cultural generalizado. En Suecia nadie hizo caso a las presuntas víctimas, hasta que el movimiento #MeToo espoleó a miles de mujeres de todo el mundo a contar el calvario que habían vivido en forma de agresiones, acoso y abuso sexual.
En Estocolmo, el escándalo sobre Arnault dio pie a una investigación, que por el momento no ha arrojado resultados concluyentes. Pero la polémica ha provocado la renuncia de varios miembros de la institución de los Nobel, cuya posición es considerada como vitalicia. Primero fueron los académicos Klas Östergren, Kjell Espmark y Peter Englund, cuya marcha abrió la puerta de salida de la propia Katarina Frostenson, esposa del fotógrafo de origen francés, y de Sara Danius, secretaria permanente y cara visible de la entidad.
No habrá Nobel de Literatura en 2018
Tras meses de escándalo sobre el presunto acoso de Arnault, la Academia ha decidido postponer el Premio Nobel de Literatura de 2018. Según ha defendido la Fundación Nobel en un comunicado, no es la primera vez que se suspende el galardón. La cancelación del reconocimiento en la disciplina de Literatura ha ocurrido varias veces a lo largo de la historia, pero nunca por un problema de acoso y abuso sexual como el destapado hace unos meses. Anteriormente, la Academia había decidido no otorgar este premio en siete ocasiones (1914, 1918, 1935 y entre 1940-1943). Es decir, la última vez que no hubo Nobel de Literatura fue por culpa de la II Guerra Mundial.
"Una de las circunstancias que pueden justificar una excepción es cuando surge una situación en una institución que otorga un premio que es tan grave que la decisión del premio no se percibirá como creíble", ha señalado la Fundación Nobel para justificar la ausencia del Nobel de Literatura de 2018. El director de la entidad, Carl-Henrik Heldin, ha reconocido que "la crisis en la Academia Sueca ha afectado negativamente al Premio Nobel". La medida anunciada "subraya la gravedad de la situación y ayudará a salvaguardar la reputación a largo plazo del Premio Nobel". La entidad asegura que la decisión no afectará a otras categorías de los galardones y que trabajará para recuperar la credibilidad de los reconocimientos en materia de literatura, sin mencionar expresamente los pasos que seguirá sobre las denuncias contra Arnault y sobre la prevención de estos problemas que afectan a miles de mujeres de todo el mundo.