El minado de Bitcoin –o el consumo que esto implica, mejor dicho– es uno de los puntos más conflictivos de todo lo relacionado con esta tecnología que, si bien no es nueva, sí ha sido en el último año cuando ha comenzado a generar especial tracción. Al tiempo que muchos conseguían importantes ganancias mediante la inversión en divisas virtuales, una realidad paralela se ha ido haciendo cada vez más notable: el consumo de energía implícito en el proceso se está disparando.

Así lo cuenta en un estudio el economista financiero y especialista en blockchain Alex de Vries que se publica hoy en la revista Joule, donde asegura que el minado y el proceso asociado a la obtención de Bitcoin consumirá un 0,5 por ciento de la electricidad mundial para finales de 2018, tanto como Austria. Esto se encuentra alineado con las estimaciones previas que se habían hecho en los últimos meses, que indicaban que a finales de 2017 ya era se destinada el 0,13% de la electricidad mundial a este fin. "Es una diferencia extrema en comparación con el sistema financiero tradicional, y esta creciente demanda de electricidad definitivamente no nos ayudará a alcanzar nuestros objetivos climáticos", declara.

El minado de Bitcoin alrededor del mundo ya consume más energía que 159 países

Alguien tendrá que tomar cartas en el asunto

La fuerza computacional que utilizan las máquinas para minar criptomonedas ya ha estado en la mira de las autoridades de manera reciente, algo que hemos podido observar con la prohibición de llevar a cabo el minado en la ciudad de Estados Unidos con el precio de electricidad más bajo. Esta característica había atraído durante los últimos tiempos a empresas dedicadas a la minería de monedas virtuales y perjudicado a los vecinos, que se veían obligados a pagar el sobrecoste energético que esto suponía en la red.

Una ciudad prohíbe el minado de criptomonedas por el sobrecoste eléctrico

Vries cree que en algún momento el Bitcoin llegará a consumir el 5 por ciento de la electricidad de todo el mundo, una situación donde las cotas de energía utilizadas ya serían drásticamente altas. Asegura que es necesaria una mayor investigación al respecto que pueda ayudar a predecir este uso eléctrico y a establecer una regulación al respecto. "No tenemos un enfoque común para llegar a una estimación futura del consumo de electricidad en este momento, y es por eso que espero dar pie a una conversación al respecto. Yo estoy haciendo esta investigación, pero mucha gente debería estar haciéndolo también".