El auge del Bitcoin ha traído consigo una realidad que pocos imaginaban hace unos años: un consumo masivo de electricidad para que todas las operaciones puedan llevarse a cabo. El volumen es tal ya supone más de la electricidad que consumen 159 países de todo el mundo, 20 de ellos en territorio europeo.

El consumo anual de electricidad del minado de Bitcoin supone unos 29.05TWh, lo cual se traduce en el 0,13 por ciento del total global. Puede no aparentar tanto hasta que, efectivamente, se compara con lo que consume cada país por separado, como ha hecho Power Compare en unos mapas que permiten comprobar con pasmosa efectividad el fenómeno de esta criptomoneda que –aún– no conoce límites.

Consumo eléctrico vs. consumo eléctrico del minado de Bitcoin. En naranja, los países que consumen menos electricidad que el Bitcoin.

Las cifrase que se manejan en la actualidad situarían a un hipotético país con el consumo eléctrico del Bitcoin en el puesto 61 a nivel mundial. El coste total de esto se sitúa en torno a los 1.500 millones de dólares.

Consumo eléctrico vs. consumo eléctrico del minado de Bitcoin en Europa. En naranja, los países que consumen menos electricidad que el Bitcoin.

El futuro es el problema

Mientras que esta situación no parece especialmente dramática, lo es si se tiene en cuenta que el consumo ha aumentado en un treinta por ciento en los último treinta días. Si continúa incrementándose a este ritmo, en el año 2020 consumirá el 100% de la electricidad mundial.

Transacciones en Bitcoin, un alto costo energético

Al tiempo que todo esto ocurre, el precio del Bitcoin no cesa en su meteórico ascenso, situándose ya por encima de los 8.000 dólares. No es el único, ya que otras criptomonedas como Ethereum se encuentran cada vez mejor posicionadas de cara a un posible boom como el de la primera. Los próximos años, por tanto, serán claves para plantear hacia dónde lleva esta nueva vía de inversión y cómo de sostenible puede ser a largo plazo.