Como ya sabemos, lo que actualmente llamamos carga inalámbrica, si bien no requiere cables, sí requiere contacto, por lo que más que inalámbrica, podemos decir que es industiva. Llevamos esperando una solución avanzada y moderna para cargar nuestros dispositivos desde la aparición del estándar Qi, el más extendido entre todos los fabricantes de smartphones. Ello implicaría, por ejemplo, poder entrar en un espacio determinado y que los distintos dispositivos compatibles se alimentasen "del aire". La última patente de Samsung muestra cómo podría ser algo así.
La carga inalámbrica actual no sólo requiere una cercanía extrema a la base de carga. En muchos casos, un ligero movimiento interrumpirá el proceso de carga, y esto, en situaciones en las que salir de casa con la batería puede ser crucial, como ocurre al despertar, puede resultar fatal.
La patente de Samsung, registrada en 2016 en Corea del Sur muestra, como podemos ver en las imágenes superiores, un sistema que envía la energía a un dispositivo concreto del espacio habilitado, por lo que un usuario puede andar por el hipotético cuarto sin que la carga se corte, pues el sistema tiene cierta tolerancia a obstáculos gracias al uso de reflectores. Esto indica, sin embargo, que los espacios requieren una adaptación, según esta patente, por lo que estamos lejos de ver algo así en un futuro cercano.
La propesta recuerda a otras que hemos visto como WattUp, mostrada en el CES 2018 y en anteriores ediciones. El problema es que el alcance de esta solución es de tan sólo un metro, distancia que de momento no da alas ni puede inducir a pensar que la tecnología soluciona problemas reales, aunque sí ofrezca algo más de libertad que la carga inalámbrica actual y por supuesto el cable.
Cuando se unen varios transmisores sí se puede incrementar la distancia, pero tampoco parece algo práctico. En este caso, la electricidad se convierte en ondas de radiofrecuencia y parece segura, pues ha sido aceptada por la FCC estadounidense.