Si hay algo que atemoriza en este momento a la gente que se encuentra en México es repetir la experiencia de los temblores que azotaron el país el pasado mes de septiembre, los días 7 y 19, respectivamente, y que recordaron a la población la tragedia vivida 30 años atrás en el histórico sismo de 1985.

Con las emociones de la gente aún a flor de piel, dos nuevos temblores han remecido al país esta última semana. Uno el pasado viernes 16 de septiembre a las 17:39 (hora local) de **magnitud 7,2 con epicentro en Pinotepa Nacional (Oaxaca) y otro, la réplica más fuerte del primero, la madrugada del lunes 19 de febrero a las 01:30 (hora local) de magnitud 6,0.

¿Por qué ocurrió el sismo de 7,2 en México y sus miles de réplicas?

Ahora, se ha hecho viral un rumor* que circula en redes sociales, WhatsApp y medios como Televisa o Las Noticias Universales* sobre dos nuevos supuestos temblores: uno de magnitud 8,7 para este jueves 22 de febrero, entre las 16.00 y 17.00 (hora local), y el otro para el domingo 25 de febrero. Así de precisos son los rumores.

Instituciones serias como el Servicio Sismológico Nacional (SSN), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Consejo Ciudadano, el Centro de Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) y la Secretaría de Gobernación han alertado que se trata de una noticia falsa y reiterado que ningún terremoto puede predecirse. El SSN aclaró a través de diversas plataformas:

> Ningún método o tecnología permite conocer cuándo ocurrirán, claro, y mucho menos el día, ya no digamos la hora.

Por lo tanto, han pedido a la población no difundir el rumor, que solo causa miedo y pánico entre la gente. Lo único que sí podemos hacer es estar preparados para un posible sismo teniendo lista una mochila de vida o identificando las rutas de evacuación previamente.

¿Por qué no se pueden predecir los temblores?

Hasta ahora, la ciencia no ha conseguido desarrollar técnicas para predecir con exactitud cuándo y dónde sucederá el próximo sismo, solo se sabe cuáles son los países con mayor riesgo de sufrir terremotos. Por tal razón, los expertos aconsejan reforzar las medidas de prevención e información, así como la seguridad de los edificios y construcciones para evitar el mayor número posible de víctimas y daños materiales.

"No es por una falta de capacidad técnica, sino es un momento, al menos en la ciencia, en la que no hay los elementos suficientes para hacer predicciones razonablemente precisas, de tal manera que cualquier información que tenga que ver con la creencia de un temblor en una fecha u hora dada, es falso", señaló Arturo Iglesias Mendoza, investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM.

Poco después del temblor de magnitud 7,8 que remeció Ecuador el 16 de abril de 2016, la Dra. María José Jurado Rodríguez, investigadora del Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera, recordó a Hipertextual que el temblor de Chile de 2010 o el de Nepal de 2015 también habían sido señalados como "probables". "Tenemos que aprender a convivir con los terremotos", señaló la experta, y añadió:

> La mejor prevención a día de hoy es mejorar la adecuación de las construcciones a la magnitud de terremotos que pueden esperarse.

El Dr. Víctor Hugo Espíndola, analista del Instituto Sismológico Mexicano y profesor de la UNAM, explica en el vídeo a continuación por qué un seísmo no se puede predecir: