Información actualizada el 26 de enero de 2018 a las 10:58 h
2018 ha empezado siendo un año complicado para las misiones espaciales. Durante la noche del jueves 25 de enero, la NASA tenía previsto lanzar GOLD, el primer instrumento alojado dentro de un satélite comercial, el SES-14, diseñado por Airbus. Su envío al espacio era responsabilidad de la compañía francesa Arianespace, encargada de fletar este satélite y el Al Yah 3, a bordo de un cohete Ariane 5.
Minutos después del lanzamiento de Ariane 5 desde la Guayana francesa, el presidente de Arianespace, Stephane Israel, confirmó que habían perdido el contacto con el cohete después de la ignición de la etapa superior. "Hasta ahora, nuestros clientes no tienen contacto con el satélite. Ahora necesitamos algo de tiempo para saber si han sido separados, y dónde están exactamente, para analizar mejor las consecuencias de esta anomalía", dijo. En ese momento no se sabía si los satélites, incluyendo la misión científica GOLD de la NASA, se habían perdido o el problema se debía a un fallo de las telecomunicaciones.
"Quiero presentar mis más sinceras disculpas a nuestros clientes, que han confiado en nosotros una vez más. Sabemos que no hay lanzamiento sin riesgo. Sabemos que el lanzamiento siempre es difícil, y esta noche Ariane 5 ha tenido una anomalía, así que nos tomaremos el tiempo para saber más sobre la ubicación de los satélites", comentó Israel.
La preocupación del director general de Arianespace era evidente, ya que en el caso de haber sufrido un accidente, podría ponerse en duda el lanzamiento de otras importantes misiones como BepiColombo, de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), o del telescopio espacial James Webb, que también viajarán en el mismo modelo. No obstante, como recordaba Mark McCaughrean, asesor de ciencia de la ESA, el cohete ha realizado más de ochenta misiones exitosas consecutivas hasta la noche del jueves.
VA241 update: lack of telemetry after ignition of the upper stage lasted the rest of powered flight. Both satellites confirmed separated, acquired, on orbit. SES-14 and Al Yah 3 communicating with their respective control centers. Both missions continuing https://t.co/1XIJ8dsnTm
— Stéphane Israël (@arianespaceceo) January 26, 2018
SES announces it has successfully established connection with SES-14 and that the spacecraft is in good health and on track despite launch anomaly experienced on @Arianespace https://t.co/IWmEuY5Uoq pic.twitter.com/mu0AxVtnWM
— SES (@SES_Satellites) January 26, 2018
تحديث إخباري لإطلاق الصاروخ أريان 5: https://t.co/WYaddkphEC
— yahsat (@yahsatofficial) 26 de enero de 2018
During @NASASun's #NASAGOLD mission's ride to orbit, @Arianespace reported an anomaly. Since then, @Arianespace confirms the SES-14 satellite carrying GOLD is on orbit and communicating. Full details: https://t.co/oR5X9ovt0Z
— NASA (@NASA) January 26, 2018
A pesar de los temores iniciales sobre la anomalía encontrada durante el lanzamiento de Ariane 5, la NASA ha informado de que los satélites han sido enviados al espacio. En particular, según ha anunciado la empresa fabricante del SES-14, el satélite se encuentra en buen estado, aunque tardará cuatro semanas más de lo previsto en alcanzar la órbita geoestacionaria. La compañía Al Yah Satellite Communications también ha confirmado que han conseguido recibir datos del satélite Al Yah 3.
Los fallos en el lanzamiento del Ariane 5 afectarán de forma parcial al desarrollo de la nueva misión de la NASA. El instrumento GOLD, alojado a bordo del satélite SES-14, tardará algo más de lo previsto en situarse en la órbita geoestacionaria. Si todo sigue según lo previsto, una vez que se localice en la posición correcta, GOLD tratará de escanear el disco completo de la Tierra cada media hora para estudiar los confines de la atmósfera. La misión será capaz de determinar la temperatura y la densidad de partículas en las capas conocidas como la termosfera o la ionosfera, unos datos muy importantes para conocer mejor el límite superior de nuestra atmósfera.
La ‘misión de oro’ de la NASA para explorar los confines de la atmósfera