"Aire fresco", "día histórico" o "renovación" han sido algunas de las expresiones más repetidas en los corrillos de asistentes a la toma de posesión de Rosa Menéndez como presidenta del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. El acto, celebrado en la sede central de la madrileña calle de Serrano, ha contado con la presencia de Luis de Guindos, Ministro de Economía y Competitividad, y Carmen Vela, Secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación.
La primera mujer en alcanzar la presidencia del CSIC en toda su historia ha tomado posesión prometiendo su cargo en un espacio abarrotado de científicos y periodistas. A su izquierda, su antecesor, Emilio Lora Tamayo, aguardaba el comienzo del acto, que ha empezado con cinco minutos de retraso. Con voz pausada, Rosa Menéndez ha agradecido a de Guindos y a Vela la confianza para dirigir a partir de ahora el rumbo del Consejo, el mayor organismo público de la ciencia en España. "Tengo muy claro o creo tener muy claro el reto que supone asumir esta responsabilidad", ha asegurado la nueva presidenta del CSIC.
Menéndez ha pedido la colaboración de todos los actores implicados en investigación para afrontar el desafío que, a su juicio, supone que "la ciencia, la forma de hacer ciencia, y sobre todo la sociedad para la que hacemos esta ciencia, ha cambiado en los últimos años". La presidenta, que ha realizado la mayor parte de su carrera investigadora en el Instituto Nacional del Carbón de Oviedo (Asturias), ha remarcado que el CSIC es "un organismo complejo con un potencial enorme" y ha mostrado su disposición para que el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, "sinónimo de ciencia de primera línea", aspire a obtener mejores resultados en convocatorias nacionales y europeas.
Bajo la atenta mirada de Carmen Vela, la presidenta del Consejo ha agradecido al ministro "el esfuerzo de los últimos años en la dotación de plazas de la oferta de empleo público". Al mismo tiempo, Rosa Menéndez ha pedido "un incremento" en el número de trabajadores del CSIC para asegurar un marco estable y una mejor planificación a medio plazo de la institución, mientras de Guindos miraba a ambos lados de la sala. Según el último informe de la Fundación COTEC, España ha perdido más de 21.000 empleos en I+D durante la última década; además, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, la inversión pública en ciencia ha vuelto a caer en plena recuperación económica, al alcanzar un gasto en I+D que representa el 1,19% del PIB.
Rosa Menéndez, profesora de investigación del Consejo, se ha especializado en el estudio de la química de materiales y la energía con el fin de mejorar los procesos de conversión del carbón y la valorización de sus derivados y del petróleo, impulsando líneas de investigación pioneras en grafeno. La química asturiana, que ingresó en el CSIC en 1979, tendrá a su lado a Víctor Velasco, experto en teoría y simulación de materiales, como nuevo vicepresidente de Organización y Relaciones Institucionales, y a Jesús Marco, especialista en física de partículas y computación, como recién estrenado vicepresidente de Investigación Científica y Técnica. Quien continúa en el cargo procedente del anterior equipo de Lora Tamayo es Alberto Sereno, que ocupa el puesto de secretario general del Consejo.
"Fundamental que nos centremos en la I+D+i"
Tras el discurso inaugural de la nueva presidenta, Luis de Guindos ha tomado la palabra para cerrar el histórico acto. El ministro ha felicitado a la química asturiana por el nombramiento, efectuado por el Consejo de Ministros el pasado 17 de noviembre, para enumerar a continuación una retahíla de viejas promesas que provocaron alguna tos y muecas en la sala. De Guindos ha recordado la fundamental tarea de que España se centre en la I+D+i, al mismo tiempo que aseguraba —de nuevo— su pleno compromiso para alcanzar un Pacto de Estado por la Ciencia, incrementar la financiación y dotarla de mayor estabilidad, garantizar al sistema científico un mayor número de investigadores y mejorar su carrera profesional, entre otras promesas.
Durante su discurso, sin embargo, no ha mencionado algunos de los problemas que atraviesa la entidad, como la situación de precariedad laboral en la que se encuentran muchos investigadores o el estado del legado de Cajal, que recientemente fue reconocido por la UNESCO mientras su situación en un cuarto de apenas 15 metros cuadrados del Instituto Cajal sigue siendo ignorada por el Gobierno.
Luis de Guindos ha agradecido a Emilio Lora Tamayo su dedicación y esfuerzo por llevar a cabo el Plan de Viabilidad del Consejo, destacando también el compromiso de sus trabajadores. "El CSIC es hoy una institución saneada", ha asegurado, en referencia a los recortes efectuados desde hace más de cinco años, cuando el déficit del Consejo se situó en 173 millones de euros.
De Guindos ha recalcado además el papel de la institución en la promoción de la innovación en España, donde quiere que sea "un referente para dar soluciones a los retos industriales", sin mencionar la generación de conocimiento. Durante su discurso se ha comprometido por enésima vez a promover el contrato de gestión del CSIC, que le permitiría disfrutar de una mayor autogestión, previsión y flexibilidad en el manejo de los recursos humanos y materiales. El ministro ha cerrado el acto afirmando que la ciencia "es una apuesta ganadora que siempre merece la pena", y le ha deseado los mejores éxitos a Rosa Menéndez en esta nueva etapa.