En otras ocasiones hemos hablado de interesantes y preciosos libros confeccionados, como el Codex Seraphinianus o el de Las Crónicas de Núremberg. Sin duda, muestra de gran maestría plástica y de sorprendentes temáticas.

Otro libro que nos puede fascinar es el llamado Mira Calligraphie Monumenta, un manuscrito que data del siglo XVI realizado en dos etapas por dos artistas que jamás se conocieron y que llevaría al menos 30 años en ser terminado tal y como lo conocemos.

La historia de este hermoso manuscrito inicia en entre 1561 y 1562, aproximadamente, con Georg Bocskay, quien fuera secretario de la corte de Fernando I de Habsburgo, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, quien se propuso exponer su arte caligráfico. Se dice que la razón de su empresa no es clara, aunque era común en la época que los textos se realizaran a cuatro manos, con un escriba y un artista iluminador que los ilustrara.

No fue sino hasta 15 años después de la muerte del propio Bocskay que el manuscrito sería terminado. Esta vez impulsado por Rodolfo II, nieto de Fernando, quien encargó (entre 1591 y 1596) al artista Joris Hoefnagel que diera color y su arte a las caligrafías que pertenecieron a su abuelo.

La historia del «Hombre Herido», los diagramas clave de la medicina

Joris Hoefnagel fue un prominente artista flamenco que se destacó por encarnar la transición entre la pintura medieval y la pintura de las naturalezas muertas del Renacimiento. Desde 1591 Hoefnagel trabajó en la corte de Rodolfo II, emperador que se distinguió por ser un gran mecenas del arte y de la ciencia. Hoefnagel es considerado el último de su clase artística de la época.

En esos años los libros manuscritos estaban desapareciendo por la introducción de la imprenta, es por esto que este tipo de materiales se reservó para las altas esferas y para la corte. Además de las ventajas de la imprenta para reproducir materiales, esta transición, sin duda, otorgó un grado artístico a los libros manuscritos.

En sus páginas se pueden apreciar distintas caligrafías bellamente ornamentadas. Muchas de sus páginas están decoradas con titas de oro y plata e ilustradas con motivos frutales y florales. También se pueden apreciar insectos y algunos animales, siendo estos algunos de las primeras representaciones entomológicas. Arte que más tarde sería de gran importancia tanto para el arte como para la ciencia.

El Mira Calligraphiae Monumenta se compone, como decíamos de la caligrafía de Bocskay iluminada e ilustrada por Hoefnagel, pero también este último realizó una sección en donde mostraba el trazo de las letras del alfabeto: de las letras mayúsculas romanas y de las letras minúsculas góticas. Estos trazos, tan interesantes como hermosos, están ilustrados con minuciosas imágenes y composiciones de animales, instrumentos musicales, flores, máscaras y demás motivos. Se dice que Hoefnagel lo hizo tal vez motivado por dejar en claro su superioridad artística frente a Bocskay.

En la actualidad existen dos copias del Mira Calligraphie Monumenta, una de ellas forma parte del acervo del Museo J. Paul Getty en Los Ángeles. Pero no esperes a ir al museo a ver este interesante manuscrito, puedes apreciarlo online en el sitio del Getty, en la sección de publicaciones, incluso puedes acceder a la versión descargable en formato PDF del facsímil que realizó el museo.

Sin duda se trata de una obra de arte en toda su extensión y no solo de un libro. También podemos acercarnos a este manuscrito como una pieza digna de admirarse desde diferentes ángulos. Ha sido del interés de estudiosos, coleccionistas, bibliófilos, historiadores pero también de diseñadores, calígrafos, tipógrafos y, claro, muestra de libros que ya no se confeccionan.

Los 8 libros que, según Neil deGrasse Tyson, toda persona inteligente debe leer