¿El yeti es real? Probablemente más de uno se haya hecho la misma pregunta sobre el famoso hombre de las nieves, un personaje icónico que según la leyenda habitaba en recónditos lugares de la cordillera del Himalaya. La aplicación de las técnicas más punteras de análisis de ADN ha permitido a los investigadores, por fin, descubrir la verdadera identidad del yeti, según publican en el último número de la revista Proceedings of the Royal Society B.

Los científicos han estudiado 24 muestras relacionadas con el yeti que se conservan en museos y colecciones privadas de todo el mundo. Entre los restos analizados se encuentran huesos, pelos, tejidos y hasta heces, unas muestras a partir de las cuales obtuvieron ADN nuclear y ADN mitocondrial, dos tipos de genomas que les permitieron desvelar quién era el yeti en realidad. Aunque en el pasado se habían realizado algunas pruebas genéticas de forma preliminar, la aplicación de la moderna técnica de secuenciación masiva del ADN (HTS, por sus siglas en inglés) ha conseguido poner fin a un misterio que ha perdurado durante décadas.

Los restos analizados se relacionaron con nueve especímenes distintos, uno de los cuales correspondía en realidad a un perro, mientras que las otras muestras procedían de diferentes especies de osos. "Nuestros resultados sugieren firmemente que las raíces biológicas de la leyenda del yeti se encuentran en los osos locales, y nuestro estudio prueba que la genética debería ser capaz de desentrañar otros misterios similares", asegura Charlotte Lindqvist, profesora asociada en la Universidad de Buffalo e investigadora principal. Su trabajo representa el esfuerzo más detallado realizado hasta la fecha para desvelar el origen del yeti, una peculiar figura con cierto aspecto de homínido que causó miedo y asombro a partes iguales no solo en las comunidades de la región asiática, sino en todo el mundo.

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Crédito: Universidad de Buffalo.

"La genética vale para todo", bromea Sara Monzón, de la Unidad de Bioinformática del Instituto de Salud Carlos III. La científica, que no ha participado en la investigación publicada hoy, destaca que la metodología seguida en el estudio "está bien seleccionada" al analizar ADN mitocondrial con la técnica NGS y ARN ribosomal 23S. "Definen muy bien cómo lo hacen, la aproximación de ensamblado es creativa y específica, además el método que emplean para establecer la filogenia funciona muy bien y su uso está muy extendido en estudios de biología evolutiva", valora en conversación con Hipertextual. Sobre los resultados, Monzón describe como "lógicos" los descubrimientos que relacionan la identidad del yeti con osos locales. La aplicación de análisis punteros y modernos del ADN, a su juicio, "permite obtener una resolución suficiente para ver información que antes era imposible".

Además de desmontar la leyenda del yeti, los científicos de la Universidad de Buffalo, entre otras instituciones, han conseguido trazar buena parte de la historia evolutiva de los osos de estas regiones del Himalaya.

Muchas de estas especies se encuentran en la actualidad en peligro de extinción o en una situación muy crítica, por lo que la información genética obtenida a partir de las muestras asociadas con el yeti ayudará a clarificar la estructura de las poblaciones que perviven y su diversidad. Para ello compararon los datos iniciales con el análisis genético realizado a partir de muestras reales de 23 osos asiáticos, un esfuerzo que ha permitido comprender un poco mejor la historia de estos animales.