España es líder europeo en la implantación de fibra. 3,2 millones de usuarios ya cuentan con ella, lo que supone una cifra gigantesca si consideramos que la suma de las instalaciones de Reino Unido, Francia, Italia y Alemania queda bastante lejos. Junto a la velocidad del despliegue de 4G, la tendencia de la fibra no se ha detenido, pese a la dificultad y al coste que entraña en muchos aspectos.
En ese sentido, Telefónica ha presentado un proyecto que facilitará la alta velocidad en el seno de los hogares, con una solución basada en la fibra óptica de plástico o Plastic Optical Fiber (POF). Se trata de una fibra que cuenta con un núcleo de 1 milímetro y un diámetro de 2,2 milímetros. Con ella se lograría llegar a una velocidad de hasta 1 Gbps en los domicilios, pero su gran ventaja radica en que la instalación es mucho más rápida, económica y sencilla, ya que es posible cortarla con un cutter y no requiere de conectores especiales.
Es además compatible con los canales que hasta ahora se han empleado dentro de los hogares para cablear, asegurando que no habrá interferencias en la conexión. De momento las pruebas piloto se han realizado en 30 hogares, a los que se ha equipado con cuatro tomas de fibra y una red híbrida de fibra de plástico y Wi-Fi amplificado. Además de la fibra, para una instalción de este tipo será necesaria la roseta y el chipset de KDPOF, una empresa española que provee el sistema de Ethernet sobre fibra, usado en la roseta para sacar dos cable con dicha tecnología.
Telefónica también ha hablado de pruebas que está realizando con la tecnología Wi-Fi de la banda de 60 GHz, también conocida como Wi-Fi AD, y que permite una velocidad de transferencia de hasta 4600 Mbps. No sirve para redes de largo alcance, pero resulta ideal para distancias domésticas típicas como 10-12 metros. En ese rango permite mejorar la calidad del streaming de vídeo, mirroring, docks inalámbricos o realidad virtual. Una vez esté en todos los dispositivos, será ideal para transferir por Wi-Fi Direct.