La influencia de Rusia en las pasadas elecciones de los Estados Unidos se va esclareciendo un poco más a cada día que pasa, habiendo quedado ya patente que hubo ciertas acciones y campañas publicitarias en las principales redes sociales del país gestionadas directamente por organismos rusos. Los Paradise Papers exponen ahora otra vertiente de la posible relación del Kremlin y el mundo empresarial norteamericano.

Durante el día de ayer salieron a relucir los Paradise Papers, una investigación llevada a cabo por más de 380 periodistas de 96 medios de 67 países diferentes y coordinada por el Consorcio Internacional de Periodismo de Investigación (ICIJ) en la cual se investigan a organismos y personas de todo el mundo por sus actividades en compañías offshore para evadir impuestos. Haciendo uso de diferentes entramados financieros, mover el dinero de manera secreta entre países nunca había sido tan fácil, tanto para evitar obligaciones fiscales como para facilitar otras acciones.

El multimillonario ruso Yuri Milner habría invertido, a través de diferentes sociedades, 191 millones de dólares en participaciones de Twitter y 1.000 millones en Facebook. La primera de ellas procedió de VT Bank, un banco ruso con cierta ligadura al entorno político nacional; la segunda, a través de Gazprom, una de las empresas estatales con más peso en el apartado de las energías.

La conexión con EE.UU.

Estas inversiones, ahora destapadas, no se sabía en un principio de quién procedían gracias al entramado de organizaciones en paraísos fiscales que hacían las veces de empresas opacas, componiendo un filtro de inocencia a ojos del exterior. De esta manera, la inversión fue de Rusia a las compañías tecnológicas de Estados Unidos sin levantar ningún tipo de sospecha. VT Bank y Gazprom Investholding se transformaron así en DST Investments y DST USA II, respectivamente, dos sociedades a través de las cuales canalizar la inversión sin sospechas.

Anuncios rusos en Facebook fueron vistos por 126 millones de personas

Estas empresas, cercanas a Vladimir Putin, según *The Guardian*, consiguieron destinar la cantidad de fondos anteriormente descrita gracias a Milner con intereses de inversión, únicamente. Sin embargo, VTB es el banco con mayores ayudas estatales de Rusia, cuenta con relaciones con la agencia de inteligencia del país y su director es un antiguo miembro de la KGB. Diferentes flechas que parecen apuntar en la misma dirección.

Estas inversiones fueron realizadas en 2011 y es el propio Milner el que afirma no estar envuelto en ninguna actividad política ni haberse mezclado nunca en financiaciones de este carácter. No obstante, el asunto se complica al descubrirse que el multimillonario ha invertido de manera reciente en una empresa de Jared Kushner, yerno de Donald Trump y uno de sus asesores más destacados.

Cadre, el proyecto inmobiliario de Kushner, recibió en 2015 una inversión de 850.000 dólares por parte de Milner, con el cual continúa guardando relaciones en la actividad, habiendo admitido un encuentro con el yerno de Trump el pasado año. Esta empresa, además, cuenta entre sus inversores con Peter Thiel, co fundador de PayPal y polémico por su apoyo para destruir a Gawker Media y por ser una de las personas que financió también la campaña de Donald Trump en su ascenso al poder. Nuevamente, diferentes caminos que parecen encontrarse en un mismo punto.