En los últimos meses hasta diez tormentas tropicales han alcanzado la destructiva categoría de huracanes.; y eso que no ha terminado la temporada de tormentas. Tamaña gravedad meteorológica no se había visto desde hacía más de cien años. Y las consecuencias han sido nefastas. ¿Podemos hacer algo para reducir el número de huracanes? Desde luego que no. Pero lo que sí podemos hacer es prepararnos adecuadamente ante la llegada de uno. Sobre todo si ya sabemos por dónde va a pasar.

Actualizando un satélite

Hace poco os contábamos cómo la misión Copérnico recibía una gran actualización en sus herramientas: el lanzamiento del Sentinel-5P promete continuidad y una conveniente sustitución del satélite Envisat y la misión Aura, de la NASA. Pero no será este el aparato del que hablaremos hoy. El satélite artificial que ha recibido una "sustancial mejora" ha sido el Sentinel-1, uno de los primeros de la misión Copérnico.

El Sentinel-1. Fuente: ESA.

Este es el programa de observación de la Tierra diseñado para proporcionar información precisa, actualizada y de fácil acceso para mejorar la gestión del medio ambiente, comprender y mitigar los efectos del cambio climático y garantizar la seguridad ciudadana. La iniciativa está liderada por la Comisión Europea, en colaboración con la ESA.

Y ahora, además, cuenta con la capacidad de predecir el paso de un huracán. ¿Cómo? Según explicaban en la ESA, los instrumentos que porta el Sentinel-1, unidos a una nueva técnica de análisis desarrollada por la agencia, son capaces de determinar el camino que trazará un huracán con una resolución de 5x20 metros en 250 Km. Esto permite anticiparse con tiempo al paso de un fenómeno potencialmente destructivo, alertando a las poblaciones y poniendo las medidas adecuadas para mitigar los daños.

Observando las olas desde el cielo

Pero la actualización del Sentinel-1 no se ha realizado gracias a ningún cambio físico. Como explicábamos, lo que han hecho en la ESA ha sido aprender a usar mejor los detectores que porta el Sentinel-1. Este satélite es capaz de "ver" entre las nubes de tormenta. En concreto, es capaz de medir el oleaje, lo que sirve para concretar la fuerza del viento y su dirección.

Sentinel 1, visión de radar
Sentinel 1, funcionamiento del radar. Fuente: ESA.

Para ello, Sentinel-1 utiliza el radar, atravesando los densos bancos de nubes y midiendo con una precisión increíble. Esta técnica fue puesta a prueba durante el paso, hace semanas, de Irma. El resultado fueron datos de olas de hasta diez metros con fortísimas rachas de viento. Por descontado, medir in situ estos datos no se hace posible por la violencia de la tormenta, que estropea las mediciones de sondas y boyas.

Este sistema también sirve para avisar a los barcos que podrían verse atrapados en una peligrosa tormenta tropical. Esta aplicación del Sentinel-1 demuestra que lejos de estar obsoleto, el satélite lanzado en 2014 sigue ofreciendo nuevas posibilidades a los científicos del programa Copérnico, las cuales no pensaron ni tan si quiera posibles en su momento.

El programa Copérnico, único en el mundo

Recordemos que Sentinel-1 es parte de uno de los programas más avanzados a nivel meteorológico y geofísico del planeta. La ESA trabaja en el desarrollo de hasta cinco familias de satélites, entre los que se encuentran el Sentinel-1 o el reciente Sentinel-5P. Los primeros, como explicábamos fueron lanzados al espacio en 2014, generando una red de información continua que permite la obtención de datos en tiempo real.

Sentinel 5-P, el último satélite lanzado por el programa Copérnico.

El programa Copérnico es en sí mismo un sistema unificado para distribuir una gran cantidad de información, recogida desde el espacio o sobre el terreno, a una larga serie de servicios diseñados para mejorar el cuidado del medio ambiente, la calidad de vida y las necesidades humanitarias; y para ayudar a desarrollar políticas más efectivas para garantizar la sostenibilidad de nuestro futuro. Y, además de todo eso, como vemos, ahora también servirá para predecir el paso de los huracanes.