EL Pixel fue uno de los mejores teléfonos Android del año pasado (tenía que serlo, a fin de cuentas, viene de la propia Google), pero un cúmulo de motivos provocó que no consiguiera encandilar al público. Ahora llega el Pixel 2 y el más importante 2 XL, donde se ve integrado un mayor grado de innovación y que el verdaderamente puede ser un salto para la gigante tecnológica.

Sin embargo, este parece que va a tener que llevar a cabo su desembarco envuelto en una serie de críticas o, al menos, cierta polémica en lo que a su pantalla se refiere. La razón de que esto únicamente afecte al modelo XL y no al normal la encontramos en los fabricantes que proveen los paneles OLED a cada terminal, siendo LG en el caso del terminal de mayores dimensiones y Samsung en el restante.

Google Pixel 2 XL: ser el mejor Android del año no es suficiente

¿Qué pasa con la pantalla del Pixel 2 XL?

En pocas palabras: no es perfecta. Pese a que muchos de los medios que ya lo han podido probar durante unos días han aseverado en sus reseñas que el terminal tenía problemas mostrando los colores en pantalla, la realidad parece ser otra bien distinta. Acostumbrados como estamos a un calibrado proveniente de Samsung, con colores que muestran una mayor saturación –en términos generales– y unos tonos más vivos, el 2 XL parece no hacerlo y conseguir una paleta de colores que, si bien puede parecer menos atractiva, es también más fidedigna, como afirman desde la propia Google.

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Eso, por tanto, no debería ser un problema, pues hay más valor en mostrar las cosas como son y no como nos gustaría que fuesen. Pero eso no es todo. A pesar de que los problemas de calibrado no terminarán por trascender, sí pueden hacerlo los que parece haber con el panel en sí, que presenta distorsiones e irregularidades al mostrar colores sólidos, especialmente con el brillo al mínimo, donde aparece un tapiz granulado, como muestran en Ars Technica (si bien es cierto que hay que tomar las imágenes que aparecen con cautela, pues no es lo mismo verlo en persona que a través del objetivo de una cámara).

Así mismo, en algunas ocasiones se destaca también el cambio de tonalidad o matiz en la pantalla al no sujetar el teléfono de manera completamente frontal. Es decir, habría variaciones de color en función del ángulo de visión que en el que el usuario se encuentre respecto al terminal. No será un drama para el usuario medio, pero es cuestionable que un gama alta en 2017 presente anomalías que quizá podrían haber sido evitadas.

OLED, el eterno problema

La pantalla del Pixel 2 XL no solo está fabricada por LG, sino que es la misma que la del buque insignia que presentó la compañía en la IFA de Berlín, el V30. Este presenta, por ende, los mismos problemas que el terminal de Google. No obstante, y más allá de las particularidades de cada modelo, lo cierto es que aún no hemos visto la pantalla OLED perfecta en un smartphone. Cada uno con sus particularidades, ninguno puede presumir de ello a día de hoy.

Sin ir más lejos, este mismo año hemos visto problemas en los primeros Galaxy S8, el gama alta de Samsung hasta que llegó el Note 8 para tomar el relevo. Queda por ver el papel del iPhone X, el primero de Apple en incorporar estos paneles, cuyas primeras reseñas comenzarán a aparecer dentro de unos días. En Hipertextual analizaremos tanto el XL 2 como el nuevo iPhone para dar nuestra opinión acerca de esta batalla en el terreno de las pantallas.

El Galaxy S8 no está exento de problemas

Actualización 23 de octubre, 19:00: Conforme pasan los días, más aumenta la psicosis en todo lo relativo a los nuevos teléfonos de Google. Las alarmas han vuelto a saltar cuando varios usuarios y medios han comenzado a reportar que la pantalla de los terminales estaba "quemada" en la parte de la botonera virtual de la parte inferior.

Esto es algo que puede ocurrir en las pantallas OLED cuando una imagen permanece durante mucho tiempo de manera estática en la pantalla, como ocurre con los botones de navegación. Samsung lo resolvió en sus últimos teléfonos de una manera muy creativa, haciendo que estos se fueran moviendo de manera muy ligera cada cierto tiempo para evitar esa estaticidad. De confirmarse que este problema está presente en la mayoría de los nuevos teléfonos de la tecnológica, podríamos encontrarnos ante una situación de lo más delicada. Los próximos días serán clave para conocer si es algo generalizado o no.