Imagen cortesía de Wikipedia

Todo sistema operativo, y esto incluye a Windows, es un conjunto de programas, servicios y ejecutables en general que cumplen distintas funciones.

No es un todo indivisible, está formado por pequeñas piezas que forman parte de un gran engranaje que tiene que hacer que tu máquina y los demás programas funcionen correctamente y que puedas manejarlos sin problemas.

La gran mayoría de errores que nos encontramos en nuestra computadora tiene que ver con algunas de esas pequeñas piezas, bien porque han sido reescritas o porque se han añadido nuevo software que no se lleva bien con Windows. Pero, ¿cómo detectar dónde está el problema?

En anteriores artículos hemos hablado de cómo resolver problemas concretos, como eliminar malware o encontrar qué programa hace que Windows no arranque bien o lo haga más lento de lo normal, y en prácticamente todos los casos ha salido el tema de iniciar Windows en modo seguro.

El modo seguro, también conocido como modo a prueba de fallos, está presente en cualquier sistema operativo (también en Linux y macOS). Básicamente consiste en iniciar los módulos y elementos del sistema operativos imprescindibles, lo mínimo que necesita el sistema para iniciar y ser operativo mínimamente.

La ventaja de iniciar Windows en modo seguro es que no se ejecuta el resto de software, que con total seguridad es lo que provoca los errores y problemas de rendimiento o funcionamiento: controladores de hardware, programas, servicios de terceros, plugins, etc.

Cómo iniciar Windows en modo seguro

En las versiones anteriores a Windows 8 (7, XP, etc.), el modo seguro se activa pulsando F8 al iniciar Windows, cuando vemos el logotipo.

En las versiones más recientes de Windows (8, 8.1, 10 en adelante), el modo seguro se activa desde la herramienta Msconfig, que ya vimos en un artículo anterior.

Msconfig se abre desde el menú Ejecutar (tecla Windows + R), escribiendo Msconfig y pulsando Aceptar.

Desde la pestaña Arranque, activamos la opción Arranque a prueba de errores. Pulsamos en Aceptar y Windows nos pedirá reiniciar.

Usos de Windows en modo seguro

Windows en modo seguro apenas se diferencia de Windows en modo normal. El arranque es más rápido, algo que notarás especialmente si tienes algún problema con algún programa recién instalado.

Por lo demás, verás el fondo negro y en las esquinas el indicativo Modo seguro o similar. En Windows 10, por ejemplo, también precisa la versión del sistema en la parte superior de la pantalla.

Una vez estamos en el modo seguro de Windows, ¿qué hacer? Bueno, como vimos en el artículo Mi PC no funciona, ¿me lo arreglas? resolver un problema de Windows no es una ciencia exacta, y en ocasiones tenemos que probar configuraciones, reiniciar en modo normal, volver al modo seguro y así hasta encontrar el problema.

Con el modo seguro nos será más fácil eliminar un virus o malware genérico, ya que no se habrá podido ejecutar y bloquear la seguridad o el motor antivirus que empleemos.

Respecto a un problema derivado del arranque de Windows, basta con ir a Inicio de Windows en el Administrador de tareas para desactivar los programas más recientes. Al iniciar en modo normal, veremos que todo vuelve a ir bien.

En cuanto a los controladores y demás software, podemos desinstalarlo y comprobar si el arranque vuelve a ser normal.

En definitiva, Windows en modo seguro es una manera muy útil de detectar problemas y resolverlos, algo que nos costaría más de estar en el modo normal de Windows, que normalmente es en el que se presentan los problemas o errores de funcionamiento.

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