Se conoce popularmente por Msconfig y su nombre completo es Configuración del sitema de Microsoft. No está a la vista del usuario medio de Windows, como Panel de Control, porque se trata de una herramienta para realizar ajustes del sistema que no deberías realizar si no sabes lo que estás haciendo.
Msconfig está disponible en Windows desde la versión 98, por lo que si usas Windows XP, 7, Vista, 8, 8.1 o 10, puedes abrir esta herramienta y solucionar problemas de arranque, activar o desactivar servicios y procesos, etc.
Veamos cómo acceder a Msconfig, todas las funciones que ofrece y para qué puedes utilizarlo si tienes algún problema con Windows.
Cómo abrir Configuración del sistema
La manera más rápida de abrir Configuración del sistema o Msconfig es pulsando las teclas Windows + R y escribiendo en Ejecutar la orden msconfig.
Otra posibilidad es a través del buscador de Windows en la barra de tareas o el menú Inicio usando las palabras clave Configuración del sistema. En los resultados aparecerá msconfig.
Controlando el arranque de Windows
Al abrir msconfig o Configuración del sistema de Microsoft verás que se trata de una herramienta sencilla con cinco pestañas.
La primera de ellas sirve para resolver problemas de Windows de todo tipo controlando el arranque del sistema: rendimiento, errores, infección por malware…
Por defecto viene activado Inicio normal, pero puedes elegir dos alternativas que limitan qué programas y servicios se inician junto con Windows.
La primera opción es Inicio con diagnóstico, que carga lo mínimo e imprescindible para que funcione Windows. Es muy útil si el inicio normal de Windows es imposible o si se queda cargando constantemente.
Con este modo mínimo o modo seguro podrás desinstalar programas o eliminar malware que está ralentizando o afectado el buen funcionamiento de tu máquina, ya que no está cargado.
El Inicio selectivo es menos drástico que el anterior, ya que puedes elegir si cargar servicios del sistema, programas de la lista de inicio y usar los parámetros de un arranque normal. Jugando con esos tres elementos puedes averiguar cuál de los tres afecta al arranque habitual de Windows.
Gestionando el arranque al detalle
La segunda pestaña de Configuración del sistema corresponde también al Arranque, pero tiene que ver con aspectos más concretos.
Por un lado, si tienes dos o más sistemas operativos instalados puedes gestionar la pantalla de elección desde ahí, como qué sistema arrancar por defecto, el tiempo de espera, etc.
También puedes activar un arranque a prueba de errores para arreglar problemas de Windows como Active Directory.
Servicios de Windows
Los servicios son programas de Windows, aunque también los hay de terceros, que proporcionan, como su nombre indica, servicios a los demás programas, es decir funcionalidades concretas, como el sonido, la impresión, el acceso a redes, etc.
Desde la pestaña Servicios de Configuración del sistema podemos activar y detener servicios en el caso de tener problemas de rendimiento. Asegúrate de que sabes para qué sirve el servicio que vas a detener, porque es posible que afecte alguna función de Windows que eches en falta.
Inicio de Windows
Hemos hablado en más de una ocasión de los elementos de inicio de Windows, programas que se cargan automáticamente al encender el ordenador e iniciar Windows.
Algunos son útiles, pero en muchos casos no sirven de gran cosa y ralentizan el arranque. Si tienes problemas con la velocidad de arranque de Windows, puedes probar a desactivar elementos de esa lista desde la pestaña Inicio de Windows de Configuración del sistema.
En las versiones más recientes de Windows, como Windows 10, esa pestaña te llevará al Administrador de tareas, que es donde verás esa lista de programas.
Más herramientas a tener en cuenta
La quinta y última pestaña de msconfig o Configuración del sistema muestra una lista de herramientas de Windows que puedes usar para resolver problemas del sistema, para el mantenimiento y la seguridad, principalmente.
Algunas de estas herramientas son accesibles desde el menú principal de Windows, pero otras están algo más escondidas.
Encontrarás información de Windows (Acerca de Windows), datos del hardware y software instalados (Información del sistema), las opciones de Seguridad y mantenimiento de Windows (en el caso de Windows 10, por ejemplo), los monitores de recursos y rendimiento, el símbolo del sistema o CMD, información sobre tu conexión a internet (Configuración de protocolo de internet), el Editor del Registro y la función de Restaurar sistema, entre otros.
Un salvavidas para momentos puntuales
La Configuración del sistema no sirve para tenerla abierta todo el día.
Como hemos visto, te ayudará a averiguar qué problema tiene Windows en el arranque, podrás resolver temas de rendimiento activando y desactivando programas de inicio y servicios y encontrarás reunidas las herramientas de mantenimiento más habituales, aunque algunas las encontrarás en el menú Inicio, eso sí, desperdigadas.