En el mundo del PC se vivió hace unos 9 años una revolución que dejaba atrás la guerra de tarjetas gráficas y la de la velocidad de reloj. Los discos SSD aportaron tantas ventajas respecto a los discos duros tradicionales que, además de revitalizar equipos viejos, llevaron a los nuevos a conseguir un rendimiento doméstico y profesional nunca antes visto. En los smartphones la velocidad de almacentamiento es tan o más importante, aunque es un factor que no suele recibir demasiada atención. UFS 3.0 traerá novedades a la gama alta que volverán a cambiar las reglas del juego.

El estándar UFS 1.0 fue concebido en 2011 como alternativa a tecnologías menos avanzadas como eMMC. Desde entonces ha sufrido importantes revisiones como UFS 2.0 y 2.1, la versión que actualmente integran las placas de la mayoría de smartphones de gama alta. El límite teórico máximo de transferencia de datos de memoria interna basada en UFS 2.1 es de 1334 MB/s, aunque terminales como el Samsung Galaxy S8 llegan a 800 MB/s en lectura secuencial y a 200 MB/s en escritura secuencial.

UFS 3.0 sobrepasará esas cifras por mucho, alcanzando en ancho de banda la cifra teórica de 2666 MB/s, con la que se pondría a la altura de los mejores SSD PCIe que se pueden encontrar en portátiles de gama alta. Además de la velocidad, el espacio físico requerido se reducirá un 66% y el consumo energético un 33% (de 3.3V a 2.8V).

Estas ventajas siempre son bienvenidas, y aunque a día de hoy la velocidad de transferencia sea suficientemente buena en todos los equipos para asegurar que no hay cuellos de botella en tareas comunes, se verán altamente beneficiados campos que requieren mucho ancho de banda como la realidad aumentada o la inteligencia artificial, así como el procesado de imágenes en la era de la fotografía computacional.

No ocupará titulares en análisis, ni será relevante a la hora de abrir WhatsApp, pero brindará una experiencia mucho más consistente y que ofrecerá a dispositivos como tablets un rendimiento más y más cercano al de su objetivo, el PC. Más allá de UFS 3.0, se espera que las tarjetas UFS lleguen pronto, cuando se ha cumplido más de un año desde su presentación