Los vehículos eléctricos están dando mucho de lo que hablar en los últimos tiempos, y no es para menos. La expansión de este transporte está aún dando los primeros pasos de los que será la conquista definitiva del mercado dentro de unos años, habiendo todavía hay mucho camino por andar hasta que la transición se haga efectiva. Entre otras cosas, hay que establecer los puntos que se encargarán de abastecer de baterías a los fabricantes, uno de los grandes problemas que se derivan de la producción en masa, como ya le ha ocurrido a Tesla.
Mientras que la compañía de Elon Musk parece haber encontrado la solución a través de la construcción de su propia Gigafactory en Nevada, muchos otros todavía siguen sin saber cómo abordar de manera clara este aspecto. No es así en Alemania, un país donde la industria automovilística sustenta buena parte de la economía y donde el paso a lo eléctrico va a resultar especialmente relevante.
Los fabricantes alemanes acuerdan la solución para el ‘dieselgate’
El grupo empresarial Terra E ha anunciado que comenzará la construcción de una Gigafactory el mes que viene en territorio alemán o en alguno de los países vecinos, todavía por determinar. La mega fábrica está destinada a tener una capacidad de producción de 34GWh y comenzará a operar a finales del año 2019, aunque no será hasta 2028 cuando alcance su máximo rendimiento.
Para hacer realidad esta fábrica será necesaria una inversión de unos 1.000 millones de euros, para lo cual cuentan con 17 empresas que ya han ofrecido su apoyo, además del propio Gobierno de Alemania, que ha contribuido con 5,2 millones de euros. El proyecto seguirá buscando inversión durante los próximos años para poder cumplir los objetivos y plazos propuestos.
La fábrica estará destinada, en buena parte, a dotar de baterías de ion de litio a vehículos eléctricos de las empresas participantes, pero también servirá para permitir un mayor aprovechamiento de unas energías solar y eólica donde en la actualidad se desperdicia mucho de lo generado. Es, por tanto, un proyecto del que dependerá buena parte de la industria alemana en los próximos años para seguir estando a la vanguardia de la innovación.
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