Habría sido difícil augurarle un éxito tan enorme a una franquicia cinematográfica surgida al adaptar una atracción de los parques de Disney, pero *Piratas del Caribe ha superado todas las expectativas de Hollywood desde 2003. Su última entrega, *La venganza de Salazar, dirigida por los noruegos Joachim Rønning y Espen Sandberg y estrenada este 2017, sigue engrosando su recaudación taquillera en todo el mundo, que a día de hoy asciende a casi 768 millones de dólares. Esta cantidad de guita, por lo pronto, no anda lejos de cuadruplicar su presupuesto de 230 millones, por lo que al menos otra continuación está garantizada desde una perspectiva económica**, con todo el sentido teniendo en cuenta lo que nos mostraron en la importante escena poscréditos del filme.
*Rønning y Sandberg dicen que crecieron con este tipo de películas de aventuras y que les inspiraron para querer dedicarse al cine, que esta es una de las razones principales por las que quisieron dirigir La venganza de Salazar aparte de su gusto por la franquicia*, y que su nominación a los Oscar de su filme previo, Kon-Tiki (2012), les ayudó a lograrlo. Y una vez en ello, trabajaron duro “para dotar de corazón a esta quinta entrega con vistas a hacer algo que no se había visto antes en la franquicia”. Suponemos que se refieren a la secuencia en que contemplamos los inicios como capitán del Jack Sparrow de Johnny Depp, íntimamente relacionada con la premisa del filme.
En cuanto a la participación de Paul McCartney en el mismo, cuentan que **“había una lista muy corta de posibles sustitutos” para Keith Richards, que no pudo encarnar por tercera vez al capitán Teague, padre de Sparrow, debido a cuestiones de agenda, y que “McCartney estaba, por supuesto, en lo alto de esa lista*; y Johnny [Depp] dijo: «Eh, tengo su número»”. Así que le mandó unos cuantos mensajes, y el músico aceptó intervenir en La venganza de Salazar* después de un par de días, “y fue fantástico contar con él”.
Como compartir con Johnny Depp tan largo proceso de creación, de al menos cuatro años y siete meses de rodaje, tras lo que aseguran que “hay mucho de Sparrow en él y viceversa” y que, como pudieron charlar lo suficiente sobre lo que le inspira para construir a su personaje, “Buster Keaton, Charles Chaplin y esa clase de humor físico”, presente siempre en la franquicia, decidieron “llevarlo al siguiente nivel” con la secuencia de la guillotina por la ventaja de que podían permitírselo con los recursos de una producción de este tamaño: “Esta es probablemente la mayor diferencia entre hacer una película independiente y algo como esto. Si lo sueñas, lo construirán”.
Hablando de la considerable evolución de su personaje, el capitán Héctor Barbossa, a lo largo de las cinco películas de la saga hasta el momento, Geoffrey Rush asegura que ha resultado posible porque es “un estratega, un viejo pirata”, y para llegar a serlo, “hay que hacer lo que sea y sobrevivir”. Escribió una historia para él durante el desarrollo del primer filme acerca de dónde procede Barbossa: “La razón por la que los piratas hablan ese inglés tan británico es que probablemente vengan de Bristol, que es donde se encontraban los puertos (…). Y les dije que este chico probablemente habría crecido en una granja y era pobre, así que decidió ir al puerto a ver los barcos y encontrar trabajo como marinero. Entonces, vería los camarotes de los capitanes y pensaría que nunca lograría entrar en la academia naval, por lo que mataría para llegar a esa habitación”. Y por eso “fue genial que en el quinto capítulo tuviese algo más con lo que lidiar”.
Por otro lado, el propio Javier Bardem coincide con los directores en su apreciación del capitán Salazar, a quien interpreta y que motiva toda la trama del filme, en cuanto a que es alguien que “no se ve a sí mismo como el malo”. Considera que es diferente a los otros antagonistas en cuya piel se ha metido antes, sea el psicopático profesional Anton Chigurh de No es país para viejos (Joel y Ethan Coen, 2007) o el juguetón Silva de Skyfall (Sam Mendes, 2012), por ejemplo. “Es un hombre de honor, fuerte y orgulloso”, que resiste y “es como un toro” que, a pesar de todo, “sigue luchando” en la plaza. Y sostiene que el maquillaje que tardaban en ponerle tres horas todos los días “es un trabajo asombroso” supervisado por Damian Martin, uno que ganaron un Oscar por el de *Mad Max: Fury Road* (George Miller, 2015).
Brenton Thwaites, que da vida al joven Henry Turner, es seguidor de la saga desde que se estrenó en su adolescencia y le chiflan especialmente los tres primeros filmes. Consiguió el papel después de varias audiciones, una entrevista con Rønning y Sandberg y pruebas con diferentes “coestrellas románticas”, y explica que fue una labor dura rodar en Gold Coast, en la australiana Queensland, por las lluvias torrenciales que se les vinieron encima, y un placer trabajar con Depp, “uno de los mejores actores vivos y un gran improvisador”. Y afirma que el hecho de que se lleve a cabo una sexta película de la saga no depende de los contratos, sino de cómo haya recibido el público esta última, y le agrada la idea de tener “la oportunidad de ver más y de explorar más historias” y a su personaje.
En lo que respecta al decididamente optimista Orlando Bloom, cree que las interpretaciones más importantes de su carrera no son la de Legolas en las trilogías de El Señor de los Anillos y El Hobbit (Peter Jackson, 2001-2014) ni la de Will Turner en cuatro de los cinco filmes de Piratas del Caribe (Gore Verbinski, Rønning y Sandberg, 2003-2017), sino que esas “están por venir”; y no sólo se nota dispuesto a volver a encarnar al segundo, y sino que también cree que a los productores les gustaría que se rodase un filme más. Pero a día de hoy, pese a la escena poscréditos, todo son conjeturas, así que “veámoslo”.
Y al preguntar a Rønning y Sandberg sobre este asunto, señalaron que **esperan que así sea, y que les encantaría formar parte de ese proyecto porque dirigir La venganza de Salazar “ha sido una aventura maravillosa, y un honor”**. Con los casi 4.500 millones de dólares que han desembolsado los espectadores del mundo entero en taquilla hasta ahora para ver las cinco entregas de la saga, y el disfrute que les han ofrecido, nosotros apostamos a que habrá oportunidad de que repitan la experiencia. O, por menos, que la sexta película saldrá adelante con quien fuere en la dirección, pero eso ya estará en manos de las siempre prometedoras veleidades de Hollywood.