Están siendo unos días complicados para Uber. Si no era suficiente con la serie de dimisiones que se vienen sucediendo en las altas esferas de la compañía, ahora también se suma lo que podría ser un antes y un después para la tecnológica de transporte más poderosa del mundo.

Ayer conocíamos que Emil Michael, una de las cabezas principales de Uber, mano derecha de Kalanick y polémico por naturaleza, cesaba en su cargo, y ahora le sigue el que ha sido la voz y el espíritu de Uber todo este tiempo. Travis Kalanick deja su puesto como CEO de la compañía temporalmente. Así se lo ha hecho saber a sus empleados en una reunión que se sabía desde el domingo pasado, cuando el hasta ahora CEO de la tecnológica se enfrentaba al consejo directivo para aclarar todos los escándalos que se han venido sucediendo desde hace meses. En dicha reunión, prolongada durante seis horas, se habló de lo inevitable: el resultado del informe encargado para estudiar los casos de acoso sexual dentro de las filas de Uber. Dicho informe, que no tiene fecha de publicación para el público general, ha sido mostrado a los empleados de la propia compañía previa aceptación de todas las medidas sugeridas por parte de los directivos. Lo más probable es que la intención de Uber no sea mostrarlo al público, por los más que seguros resultados negativos de dicho estudio, pero las filtraciones se sucederán tarde o temprano.

La cuestión de todo esto es que el informe ha sido la gota que ha colmado el vaso de la permanencia de Kalanick en su puesto. Ya había anunciado hace unos meses la necesidad de contratar a algún experto en liderazgo para aconsejar al CEO de Uber en la toma de decisiones; las idas y venidas de sus opiniones durante algún tiempo, sumadas a las dimisiones o despidos de un presidente y los jefes de su unidad autónoma de conducción, las finanzas, la cartografía, la política, la ingeniería de software y productos y el crecimiento, el puesto de director financiero que sigue vacante y el jefe operativo ha dejado la dirección de Uber como compañía en un brete. Sumado esto a los escándalos con las violaciones en India, el propio CEO reconoció también que su situación personal no pasaba por un buen momento debido al fallecimiento de su madre hace escasos días. Más conocido por sus comentarios comprometidos que por su buena dirección, Kalanick deja la compañía en manos de un sucesor que aún no se ha comunicado. Una sustitución que se espera rápida, siguiendo la estela de la anunciada el lunes a primera hora. El puesto de Emil Michael era rápidamente otorgado al vicepresidente de iniciativas estratégicas David Richter con el objetivo de evitar otra vacante en la larga lista de ausencias en los despachos de Uber.

Kalanick ha decidido dirigirse a sus empleados a través de un comunicado que explica, en términos generales que para alcanzar la nueva etapa de Uber, el propio fundador también tiene que trabajar en sí mismo:

"Equipo, durante los últimos ocho años mi vida siempre ha estado relacionada Uber. Los acontecimientos recientes me han demostrado que las personas son más importantes que el trabajo, y necesito un tiempo de duelo por la muerte de mi madre, a quien he enterrado el viernes, para reflexionar, para trabajar en mí mismo, y para centrarme en construir un equipo líder a nivel mundial. La responsabilidad última, sobre donde hemos llegado y cómo hemos llegado hasta aquí, descansa sobre mí. Hay muchas cosas de las que sentirse orgulloso, pero también hay mucho que mejorar. Para que el Uber 2.0 sea un éxito no hay nada más importante que dedicar mi tiempo a la construcción de un equipo líder. Pero si vamos a trabajar en Uber 2.0, también necesito trabajar en el Travis 2.0, para que se convierta en el líder que esta compañía requiere y merece. Durante este período temporal, la nueva dirección llevará la compañía, pero estaré disponible cuando sea necesario para apoyar en las decisiones más estratégicas, emponderándoles para que sean audaces y decisivos para que la empresa siga adelante. Es difícil poner fechas -un período que puede ser más corto o más largo de lo que podríamos esperar-. Perder a alguien querido de forma trágica ha sido muy difícil y necesito decir adiós de forma apropiada. Las condolencias y los mensajes increíbles que he recibido me han hecho sentir fuerte, pero la mayoría han terminado con un "¿Cómo puedo ayudar?" La respuesta es sencilla. Haced el trabajo de vuestra vida al servicio de nuestra misión. Eso me permitirá tener tiempo para la familia. Poned a las personas primero, ese es el legado que me ha dejado mi madre. Y haced que Uber 2.0 sea real para que el mundo pueda ver el inspirador trabajo que hacéis y las personas tan inspiradoras que hacen a Uber grande.

Ahora sólo queda esperar a su sucesor. El nombre que más resuena es el de Garrett Camp, cofundador de la empresa. Desde hace tiempo se presenta como sustituto idóneo de Kalanick. Fundador de StumbleUpon antes de formar parte de Uber, su carrera también ha pasado por el área de las inversiones en pequeñas tecnológicas. Mucho más templado que su compañero, Camp ha pasado desapercibido durante mucho tiempo escondido tras la imagen arrolladora del ahora ex-CEO. Un cambio que marcará el devenir de la empresa a, seguramente, un camino más sensato y meditado a partir de ahora. Aunque algo sí que hay que agradecerle a Kalanick: llevar a Uber a cumbres a las que más de una tecnológica no llegará nunca.