Estados Unidos podría dar un paso atrás en la prohibición de los dispositivos electrónicos en las cabinas de los aviones, según ha informado el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, en una rueda de prensa.
Sin embargo, el país tiene una sólida e innegociable condición para retroceder: reforzar las revisiones de seguridad en los aeropuertos de 105 países.
Kelly ha dicho que "la inacción no es una opción" y en lugar de expandir el veto, el Departamento de Seguridad Nacional pedirá a los 280 aeropuertos que cuentan con vuelos internacionales hacía los Estados Unidos reforzar la revisión de los dispositivos electrónicos personales, así como la de los pasajeros y la detección de explosivos en general.
Reuters reporta que tanto autoridades estadounidenses como europeas han anunciado que las aerolíneas y los aeropuertos cuentan con 21 días para implementar las nuevas medidas de explosivos y 120 para las demás. Los pasajeros provenientes de aquellos que no logren cumplirlas podrían enfrentar la restricción de dispositivos electrónicos en el equipaje de mano, según informó The Guardian.
El secretario instó a otros países a pedir medidas similares. Durante la rueda de prensa, Kelly mencionó:
Si todos aumentemos nuestros estándares de seguridad, los terroristas –quienes ven a la aviación comercial como su mayor objetivo de destrucción– encontrarán y atacarán el eslabón más débil.
En marzo de este año, el Gobierno de Estados Unidos sorprendió cuando prohibió los portátiles y otros dispositivos más grandes que un teléfono de las cabinas de los aviones en los vuelos provenientes de ocho países mayoritariamente musulmanes. Esta prohibición se justificó en que las baterías de litio, con las que usualmente cuentan estos aparatos, podrían usarse como una herramienta por los terroristas.
En mayo, las autoridades aeroportuarias de Estados Unidos y la Unión Europea se reunieron para discutir la posible expansión del veto que el país americano pretendía imponer a los vuelos provenientes del viejo continente.