Que Nintendo tiene su particular visión de la industria del videojuego no es nada nuevo. Es algo que les define y que, si hablamos de su filosofía de diseño y desarrollo, nos hace llegar auténticas obras maestras generación tras generación. Pero esa misma peculiar ideosincrasia también es culpable de muchas, demasiadas, decisiones de negocio inexplicables y que, en su mayoría, terminan perjudicando notablemente al aficionado.

Es algo que viene ocurriendo desde hace mucho tiempo, Nintendo yendo a su propio ritmo, peleando su propia batalla, ajena a lo que sus competidores ofrecen o dejan de ofrecer, pero que ha alcanzado nuevas cotas en la escala del despropósito en las últimas semanas. Por ello, realicemos un somero repaso de las recientes decisiones que nos han hecho torcer el morro.

Quizá la más flagrante de todas, dando la vuelta al mundo por lo inexplicable de tal decisión, sea la de cancelar la producción de NES Mini. Hablamos de una consola que en apenas medio año ha logrado vender casi 2,5 millones de unidades en una situación, y luego nos extenderemos en esto mismo, de alarmante falta de stock que, como viene siendo costumbre en los productos de la compañía, ha sido y es el paraíso para los especuladores. Este producto que llegó en forma de homenaje enamoró al aficionado de la marca desde su misma presentación se ha ido de las tiendas sin que miles de interesados hayan podido hacerse con ella.

Es un meme recurrente pero no cuesta imaginarse a los directivos de Nintendo debatiendo sobre NES Mini, celebrando sus excelentes cifras de ventas y advirtiendo el creciente interés de los aficionados para, segundos después, decidir cancelar la producción de lo que ha sido un gran éxito comercial. ¿Las razones? Reggie Fils-Aime, cabeza visible de Nintendo América, declaró sin demasiada convicción que era hora de establecer otras prioridades. Parece que Nintendo no quiere nuestro dinero.

A buen seguro, faltaría más, Nintendo Switch debe estar bien alto en esa lista de prioridades. La nueva consola de la compañía después del triste fiasco que fue Wii U llegó el 3 de marzo y, desde entonces, las cifras no podrían ser más halagüeñas. Pero lo cierto es que el catálogo que ocupa las tiendas tras estos más de dos meses es alarmantemente pírrico: los dos principales atractivos, sobresalientes videojuegos como Breath of the Wild y Mario Kart 8 Deluxe, no dejan de ser sendos ports de títulos lanzados en Wii U. El resto, una retahíla menor de indies lanzados en mil y una plataformas o la enésima versión de juegos con casi treinta años a sus espaldas.

Por ello, y por el concepto híbrido de la máquina, parece fácil pensar en que, tras casi siete años de gran servicio y éxito comercial, Nintendo iba a dejar en segundo plano su consola portátil para centrarse en una Switch hambrienta de lanzamientos pero no, nada más lejos de la realidad. No solo Nintendo 3DS ha recibido ports de títulos lanzados en Wii U que perfectamente podrían haber encajado en Switch o exclusivos digitales que serían un disfrute en la consola híbrida (sí, hablamos de Poochy & Yoshi's Woolly World y BoxBoy) si no que, para más inri, Nintendo decidió dar a luz a una nueva integrante para la sobrepoblada familia 3DS: por si 3DS, 3DS XL, New 3DS, New 3DS XL y 2DS no fueran suficientes, ahora llega New 2DS XL.

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Y es que, repetimos, a tan solo dos meses del lanzamiento de Nintendo Switch, hay más novedades de la mano de Nintendo y sus estudios third party para Nintendo 3DS, máquina con seis años a sus espaldas, que para la gran apuesta llamada a cambiar el rumbo de la compañía. Ha pasado el tiempo suficiente para advertir que la promesa de un cambio de rumbo en lo que a third parties respecta es igual o más falsa que la mencionada en la presentación de Wii U (ni uno de los muchos y muy grandes títulos multiplataforma anunciados para 2017 o 2018 llegará a Switch) y la promesa de un gran exclusivo al mes ha tardado tan solo sesenta días en ser incumplida y, parece evidente, Nintendo debería empezar a dejar morir 3DS para nutrir de lanzamientos a la máquina llamada a ocupar tanto su lugar como el de Wii U. Esperemos que esta New 2DS XL sea un último movimiento antes de, como se suele hacer con cada lanzamiento, centrar los esfuerzos en la nueva máquina.

En un segundo plano, tras este tipo de movimientos, quedan otros que viran entre lo inexplicable y extraño y lo vergonzante y bochornoso. En el primer grupo entra la actitud de la compañía tras el lanzamiento de Super Mario RUN en iOS y Android, admitiendo no haber alcanzado las cifras deseadas al tiempo que afirmaban no variar lo más mínimo su estrategia de precios para tal fin, o la estrategia de comunicación que lleva a la empresa a anunciar un nuevo personaje para ARMS y una nueva consola portátil mediante una escueta nota de prensa apenas unos días después de un Nintendo Direct centrado precisamente en novedades para 3DS, ARMS y Splatoon 2.

En el segundo grupo entra la ya mencionada costumbre (porque seamos claros, esto no se debe a un error de cálculo o a unas expectativas equivocadas) de poner en las tiendas un stock mínimo de productos como los amiibo, la NES Mini o la reciente Switch. Y en el mismo saco debe entrar, y ojo con esto, el pase de expansión del próximo Fire Emblems: Shadows of Valentia. Los contenidos descargables adicionales ya son una parte indisoluble de la industria del videojuego pero encontrarnos con casos como éste debería seguir siendo inadmisible; hablamos de un videojuego (remake de un título lanzado en 1992) con un precio de 40 dólares que contará con un pase de acceso a sus DLC de 45 dólares. Y sí, hablamos de esa misma saga cuya última entrega Nintendo e Intelligent Systems decidieron partir en tres videojuegos independientes, lanzados simultáneamente y a razón de 40 dólares por juego, siendo todos necesarios para seguir la trama al completo.

Una cosa, después de todo, está clara: al tiempo que Nintendo no deja de lanzar grandes títulos al mercado, su dirección a nivel de negocio parece no estar del todo definida. Habrá que esperar al E3 de junio, donde repetirán su estrategia de emitir un Nintendo Direct (seguimos sin grandes eventos en directo, incluso con Switch en las tiendas), para saber a ciencia cierta qué futuro tienen por delante las distintas consolas y franquicias de la Gran N.