Gage Skidmore

Fue una de sus promesas de campaña. El volver a hacer de Estados Unidos un lugar grande en el que los norteamericanos recuperaran sus trabajos. Este martes 18 de abril, la promesa se podría hacer realidad con la firma de la orden ejecutiva que dificultará la contratación de extranjeros. La principal reforma tendrá lugar en el programa de las visas H1-B, la cual se otorga a profesionistas extranjeros especializados para que trabajen en Estados Unidos.

La medida golpeará directamente a Silicon Valley, donde más del 70% de sus trabajadores en informática y matemáticas son extranjeros. El pasado mes de marzo, Donald Trump anunció su primera medida contra la contratación a profesionistas de otros países especializados en matemáticas, informática, ingeniería y medicina con la eliminación de las visas H1-B exprés, que permitía la obtención del permiso de trabajo en 15 días por 1.225 dólares.

El presidente de Estados Unidos ha dado un paso más allá y, con la firma de la orden ejecutiva, pretende evitar que las empresas estadounidenses se aprovechen del proceso de la visa para contratar a trabajadores más baratos. Un extranjero podrá optar a la visa si se demuestra que su formación no puede ser equiparada a otro trabajador nativo. Otra de las condiciones es el salario base, el cual se ha fijado en 60.000 dólares anuales.

En la orden ejecutiva, el presidente Trump pedirá que se investiguen posibles fraudes y abusos en el programa de las visas para la contratación de extranjeros a través de los departamentos de Trabajo, Justicia, Estado y Seguridad Nacional. Además, las empresas que contraten a nativos tendrán ventajas para ganar contratos públicos, informó El Confidencial.

Las nuevas leyes de inmigración de Donald Trump podrían poner en peligro el sistema de trabajo de Silicon Valley. Un 12% de las visas otorgadas pertenecen a la industria tecnológica, y la nueva reforma del presidente obligará a las empresas a dar explicaciones sobre las capacidades de sus trabajadores extranjeros. Hasta la fecha, los esfuerzos de Donald Trump por bajar la contratación extrajera ya ha dado sus frutos. En el primer trimestre de 2016 se llegaron a las 236.000 peticiones de visa, en el mismo período de 2017 han bajado a 199.000.