En Michoacán, el gobernador Silvano Aureoles Conejo quiere reformar el Código Penal para que las mujeres que aborten voluntariamente asuman una pena de entre 6 meses y cinco años. La duración de la pena depende, según la reforma que quiere llevar a cabo, de "la mala fama" de la mujer, de si ha ocultado su embarazo o si este es fruto de una relación "ilegítima", según el artículo 288.
Mientras en el estado mexicano las nuevas leyes propuestas se alejan cada vez más de la libertad de elección para las mujeres, en la capital del país se cumplen diez años de la despenalización del aborto hasta las 12 semanas de gestación. La Interrupción Legal del Embarazo (ILE) fue incluida dentro del Código Penal en abril de 2007, y hasta la fecha son 13 clínicas de salud sexual y reproductiva del Gobierno capitalino las que llevan a cabo la intervención.
Según datos de la Secretaría de Salud, desde el momento de la despenalización hasta ahora se han realizado 176.109 abortos en la Ciudad de México, el único estado de México donde es legal la interrupción libre y sin más condicionantes que no superar las 12 semanas de gestación. Por ello, mujeres de otros estados de la República viajan hasta la capital para interrumpir su embarazo. De los 176.109 abortos, 125.275 fueron practicados a capitalinas, más de 44.000 a mujeres procedentes del Estado de México y 859 de Hidalgo, entre otros.
Las reformas de estados como Michoacán provocan que cientos de mujeres tengan que desplazarse a la Ciudad de México para poder interrumpir su embarazo. El 47.1% de las mexicanas que se someten al procedimiento tienen entre 18 y 24 años, seguido del rango de edad entre 25 y 29 años (22.6%).
En el país no existe un mínimo de edad para interrumpir el embarazo, aunque las menores de 18 años necesitan ir acompañadas de un mayor de edad y tener un permiso escrito. El número de adolescentes menores de 18 años supone poco más del 5% del total de mujeres que practican el aborto.
La Ciudad de México es la única entidad de la República que permite el aborto libre. Sin embargo, en otros estados de la República la interrupción del embarazo se contempla en los supuestos de violación, deformaciones del feto o en el caso de que ponga en peligro la salud de la madre.
A pesar de que estos casos son registrados, es difícil tener un número exacto del número de abortos en México. Muchas mujeres que no pueden permitirse el lujo de viajar hasta la Ciudad de México acaban abortando de manera clandestina. No existen datos exactos sobre el número de abortos ilegales en el país, aunque investigaciones de Ipas sostienen que el aborto ilegal causó más de 600 muertes en 2015, convirtiéndose en la quinta causa de muerte materna en el país.
Según datos de Johnston Archive en México se practicaron 18.942 abortos en 2015 y, de 2005 a 2015, el número ascendió a 154.227 abortos realizados. Aunque se tienen en cuenta las intervenciones de todo el país, la Ciudad de México sigue siendo el lugar donde más se llevaron a cabo. El dato salta a la vista en 2007, año en el que se despenalizó el aborto en la capital mexicana. De 799 abortos en 2006 se pasan a 4.799 al año siguiente y 13.404 en 2008.
El número ha aumentado desde 2007, aunque el índice de aborto mexicano sigue siendo mucho más bajo que el de otros países. Japón y México tienen una cifra de habitantes parecida, 127.3 y 122.3 millones, respectivamente, pero en el país asiático la interrupción del embarazo parece ser una práctica mucho más común. Mientras que en Japón se realizaron 2.572.625 abortos entre 2004 y 2014, el número de intervenciones en el país gobernado por Enrique Peña Nieto no llega a los 155.000 en diez años. La diferencia podría estar causada por la legalidad en los dos países: mientras que en México el único lugar donde una mujer puede someterse a un aborto libre es en la capital mexicana, Japón cuenta con una ley que permite el aborto hasta los tres o seis meses de gestación (depende de los casos) pero que está extendida a todo el país.
Por otro lado, en Cuba, donde la población es menor que México con 11.27 millones de habitantes, el número de intervenciones para la interrupción del embarazo llegó a los 879.663 entre 2006 y 2016; casi 8 veces más que el número de abortos realizados en México. En Europa, los países con mayor índice de abortos son Francia y Reino Unido, seguido de Alemania, Italia y España.
México no es el país con más abortos en el mundo. Sin embargo, las políticas para prevenir los embarazos no deseados en chicas jóvenes es uno de los retos del país para mejorar la situación. Las enseñanzas no solamente deben recaer sobre las mujeres, también sobre los hombres y en la sociedad para que el aborto deje de considerarse un tema tabú.
Los altos índices de violencia contra las mujeres en México tienen una estrecha relación con los embarazos no deseados y las políticas sociales son necesarias para cambiar alguna de las realidades más duras de México. Una buena educación sexual y reproductiva no solamente puede bajar el número de abortos, también el de las intervenciones ilegales que ponen en peligro la salud de miles de mujeres en muchos estados de la República.