Ya habrán notado que los que escribimos de cine en Hipertextual pasamos el ochenta por ciento de nuestro tiempo viendo películas (el otro veinte lo dedicamos a Hipertextual). Tenemos nuestras favoritas como todo el mundo, pero también estamos conscientes de una categoría cinematográfica que gente con trabajos de verdad ni consideraría.

Se trata de los filmes que cuentan con una serie de características que, generalmente, hacen que las audiencias sientan la necesidad de volverlas a ver en repetidas ocasiones. ¿Cinco, diez, quince, veinte veces? Dependiendo de unos cuantos factores que analizaremos a continuación, una cinta puede ser digna de admiración por muchos años, lo que ocasiona que los cinéfilos las vean hasta decenas de veces. Películas así también son ideales para ser vistas en grupo, ya que demandan que se les preste atención, no por la fuerza, sino por lo atractivo de su estructura narrativa.

10. Fight Club

A nadie le queda duda que David Fincher es un gran director. Su mayor virtud es saber cómo mantener el interés de su audiencia. Rara vez he escuchado a alguien afirmar que alguna de sus películas es aburrida. Además de ser excelentes en su mayoría, Fincher se esfuerza porque su cine pueda ser apreciado por toda clase de público.

El guion de Fight Club (aunque demasiado literario para mi gusto) es una obra maestra en sí mismo. Presenta a los personajes de manera orgánica y maneja los giros de la trama con maestría. Al mismo tiempo tiene un ritmo bastante dinámico; ninguna escena está de relleno, todas son tan entretenidas como técnicamente sobresalientes.

La película no hubiera sido nada sin los (inmaculadamente realizados) senos masculinos de "Bob".

No spoilearemos la película, a pesar de haberse estrenado el siglo pasado, ya que suponemos que algunos de ustedes aún no la han visto. Pero sí diremos que existe un factor que motiva a los espectadores volver a ver la película, solo para notar las pistas que quizá no notaron la primera vez. Lo entretenida que es hace fácil esta decisión.

9. Interstellar

Ya les he contado de cómo fui al cine en tres ocasiones distintas a ver Interstellar, y no es para menos. La épica espacial de Christopher Nolan es un espectáculo apasionante. Es notable que el director británico es un experto en su trabajo. Combina magnificas locaciones, una cinematografía sorprendente y una historia conmovedora de manera magnífica.

La razón por la que vale la pena verla varias veces recae en algunas secuencias apasionantes en donde el diseño de sonido, la genial banda sonora y las imágenes se juntan para formar una experiencia cinematográfica inolvidable.

Junto con su interpretación de Rust en True Detective, realizar Interstellar terminó de consolidar a Matthew McConaughey como un actor serio.

Cooper revisando los antiguos mensajes de sus hijos, el escape del planeta de agua, la pelea con Matt Damon, la secuencia en que Cooper pilota una pequeña nave para acoplarse en el último segundo al resto de su embarcación, todos estos momentos mágicos y espectaculares convierten a Interstellar en una película memorable que provoca volver a ver en repetidas ocasiones para experimentar de nuevo estos instantes apasionantes. Sin embargo, su guion es bastante inferior a las increíbles imágenes que Nolan ideó, única razón por la que no ocupa un lugar más alto en esta lista.

8. The Room

Considerada la peor película de la historia por muchos, ver The Room es como observar a alguien cayéndose de manera aparatosa en cámara lenta. Es un desastre cinematográfico en todo sentido.

Para nombrar algunos aspectos: los diálogos son hilarantemente falsos, las actuaciones parecen de comercial barato, los escenarios son de lo más improvisados y la mayoría de las escenas no tienen sentido.

El genio realizador responsable por la cinta, Tommy Wiseau, ahora afirma que todo fue intencional, pero es obvio que ese no es el caso.

Lo mejor de todo es la actuación del protagonista, director, productor y escritor de The Room. Tommy Wiseau es tan mal actor que ha quedado inmortalizado como una de las figuras virales más recurrentes de Internet, inspirando infinidad de memes y parodias.

Wiseau interpreta su papel con toda seriedad, y es tan terrible como gracioso observarlo. Vale la pena verla unas cuantas veces para reírse a carcajadas de las absurdas ocurrencias del autor detrás del desastre.

7. Bastardos sin gloria

Tarantino no podía faltar de esta lista a pesar de que sus películas son a veces demasiado largas para motivar a los espectadores a volver a verlas. Bastardos sin gloria se diferencia del resto ya que su guion está tan bien estructurado que nos deja de importar su tiempo de duración.

El director sabe exactamente cuándo aumentar la intensidad de una escena y cuándo es conveniente darle un respiro a la audiencia para que pueda procesar lo que ha sucedido. Gracias a esto, el ritmo de Bastardos sin gloria es ideal. Cuando terminamos de verla se siente como si no le faltara ni sobrara nada.

Lo único podría ser que Hitler tuvo una muerte muy por debajo de lo que le tocaba.

Pienso que es la mejor película de Tarantino porque en ella expone sus habilidades a la máxima potencia. Pulp Fiction también es excelente, pero Quentin la realizó en un momento en que se encontraba desarrollando su estilo. En Bastardos sin gloria el estadounidense tenía más confianza que nunca en sus habilidades, revitalizando el género de películas bélicas con su marca personal.

Bastardos sin gloria es tan impresionante en todos los aspectos que, además de las razones ya mencionadas, provoca verla de nuevo solo para maravillarse poniendo atención a los detalles. Cosas como el diseño de producción, el vestuario, los encuadres y algunas actuaciones quedan en segundo plano al verla por primera vez. Hace falta verla algunas cuantas veces más para apreciar como se debe toda la potencia creativa de la cinta.

6. Shame

Es curioso que una película con una temática tal resulte tan fácil de volver a ver. Por lo general, la mayoría de cineastas tratan el tema del sexo de manera muy vulgar o de forma superficial. Se concentran solo en el acto, como si el sexo no involucrara una larga serie de emociones.

Shame se preocupa más por lo que significa el sexo para su protagonista, que del sexo en sí. La vida de Brandon (Michael Fassbender) gira alrededor del sexo. Ninguno de sus intereses se acerca en lo más mínimo al nivel de trascendencia de su actividad preferida. ¿Cómo esto llegó a ser así? La respuesta se deja a la imaginación del espectador, con unas pocas pistas señalando una posible razón.

O quizá solo sea un vistazo a la vida real de Michael Fassbender.

La estructura de la cinta es bastante simple. No hay ningún misterio que haya que entender. De esta manera, cuenta la historia de Brandon de manera sobria, sin ninguna especie de juicio. Las tomas son largas pero, al mismo tiempo, bastante dinámicas. El director les deja mucho espacio a sus actores para explotar su potencial lo más posible.

Con un guion maravilloso, personajes interesantes, actuaciones excelsas y una cinematografía hermosa, no nos sorprende que provoque volverla a ver. Hay varios instantes mágicos que no podemos esperar para volverlos a experimentar. El director realiza la hazaña de crear momentos conmovedores y muy humanos que constituyen la esencia de Shame.

5. Back to the Future

Si hay una película perfecta debe ser Back to the Future. No solo su historia es genial, sino que la manera en que se cuenta le agrega una magia que muchos de nosotros todavía sentimos al volverla a ver.

El mero concepto de un joven viajando al pasado y encontrándose con sus padres de jóvenes, dándose cuenta de que eran más parecidos a él de lo que quisieran admitir, por si solo es brillante. Sumado a un diseño de producción revolucionario, Back to the Future quedó grabada en las mentes de muchos desde nuestra infancia.

Ahh... buenos tiempos en donde era más aceptable socialmente dedicarnos todo el día a lo que ahora nos dedicamos la mitad del día.

Es ideal para verla varias veces, por unas cuantas razones: la cantidad de detalles con que cuentan sus escenarios, (como en el caso de Interstellar) las secuencias memorables que provocan volver a experimentarlas y por la genialidad de todo el concepto. Dadas las virtudes del guion, se nos hace fácil ponernos en el lugar del protagonista.

La banda sonora es uno de los elementos más memorables del filme. Complementa las escenas de manera magnífica y se suma a la lista de razones por las cuales hemos visto tantas veces Back to the Future.

4. Shaun of the Dead

Edgar Wright es el maestro de esta clase de cine. Películas que provoca volverlas a ver desde el momento en que terminan. La combinación entre comedia ingeniosa y ritmo rápido convierten a todas las cintas que componen su filmografía en integrantes de la categoría de películas de la que nos ocupamos en este artículo.

Shaun of the Dead es el primer filme de su famosa Trilogía del Cornetto. Se encarga de establecer los momentos clásicos y temas familiares que se repiten en sus dos (también excelentes) secuelas.

Altamente recomendadas si les interesa el estilo de Wright.

Ya hemos hablado antes de lo excelente que resulta esta manera de hacer comedia. Se destaca entre otros directores de comedia porque sabe utilizar todas las herramientas que tiene disponibles como cineasta, en lugar de limitarse a grabar actores haciendo cosas graciosas.

Shaun of the Dead fue la primera película en la que Edgar Wright expuso su peculiar estilo, el resultado es una cinta emocionante y graciosa. Capaz de divertir a los grupos más diversos de gente por igual.

3. The Social Network

¿Quién se hubiera imaginado que una película acerca de la fundación de Facebook podía ser tan emocionante? The Social Network se destaca principalmente por tomar una premisa que en manos de cualquiera hubiera sido un desastre somnífero, convirtiéndola en una apasionante obra que sin duda sería tomada en cuenta si hiciéramos una lista de los mejores filmes de este siglo.

Con guion de Aaron Sorkin y dirección de David Fincher, se nos hace difícil pensar en un mejor dúo cinematográfico. El primero es uno de los guionistas más destacados de Hollywood y el segundo uno de los mejores directores de su generación. Con The Social Network ambos desarrollaron sus habilidades como nunca antes.

La mayoría de cosas que suceden en la cinta no pasaron en la vida real, pero a quién le importa.

Es complicado conseguirle defectos a The Social Network. Su guion es excelente, todas las escenas están bien logradas, su cinematografía es consistente y ayuda a expresar el estado mental de los personajes, etc. Si nos pusiéramos a nombrar todas sus virtudes aquí el artículo se volvería interminable.

Su ritmo vertiginoso y la forma de plantear las escenas hace que queramos ver la cinta una y otra vez. Tantos elementos excelentes expuestos de la mejor manera no podían provocar otra reacción en nosotros.

2. Shaolin Soccer

Es genial cuando una comedia utiliza todas las herramientas disponibles a su favor para presentarnos escenarios hilarantes. Shaolin Soccer no es de ninguna manera una comedia convencional. Trata de un ex-jugador de fútbol que alcanzó el estrellato pero le duró poco. Décadas más tarde intenta formar un equipo con ex-miembros de un monasterio shaolin. Cada uno posee una técnica shaolin ancestral que domina a la perfección y, cuando las aplican al fútbol, los resultados son maravillosos.

Los realizadores de Shaolin Soccer están cien por ciento conscientes de lo absurdo de su premisa. Esto les permite jugar con el concepto de una serie de maneras ingeniosas. La cinta contiene varias secuencias excelentes, tan escandalosas como hilarantes.

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También es ideal para cualquier amante del fútbol. Los fanáticos de ese deporte no hemos tenido suerte en materia de adaptaciones cinematográficas. Aparte de "Gol" no existen muchas películas que exploren lo emocionante que puede llegar a ser el fútbol. Shaolin Soccer toma este concepto y lo exagera al infinito, consiguiendo resultados geniales.

Su guion también es excelente. Le da un ritmo vertiginoso a la película, pero al mismo tiempo hay espacio para desarrollar a los personajes principales, haciendo que nos interesemos en ellos. Ver Shaolin Soccer es como observar un tren en pleno viaje; no hay ningún tipo de pausa, la emoción no se detiene ni por un instante a lo largo del filme.

Que nos sirva de lección: si tu proyecto va a tener un nombre tan escandaloso, por lo menos haz que valga la pena.

1. Scott Pilgrim vs the World

Siendo honesto, les confieso que he visto esta película (junto con mi hermano) unas veinte veces, aproximadamente. La verdad es que hace tiempo dejamos de contarlas. Y no es para menos, Scott Pilgrim vs the World posee una fluidez narrativa y visual inaudita. No se me ocurre ninguna otra cinta con que igualarla o siquiera compararla en este aspecto.

Edgar Wright cuenta la historia de manera directa y sin rodeos. Como ya hemos hablado, hace uso de todas las herramientas audiovisuales posibles, sin embargo, en esta ocasión, el director inglés expone sus mejores ideas, resultando en su mejor película.

Con ustedes, el autor que ha realizado la única película buena que tenga que ver con videojuegos.

Como sucede con Back to the Future, Scott Pilgrim vs the World llega a unos niveles de perfección insólitos. Es refrescante ver como todos los distintos departamentos necesarios para realizar un filme trabajan con tanta armonía y sincronía. Les recomendamos ver los videos detrás de escena que muestran cómo estructuraron la cinta. La atención al detalle de todos los involucrados y el carácter meticuloso de su director son impresionantes.

Scott Pilgrim vs the World está hecha para verse en repetidas ocasiones. Contiene tantos detalles escondidos y es rodeada por un aura que sirve como imán para nuestra atención, que no es sorpresa que sea la número uno de esta lista.

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