Antártida

Anna Morgan | | Shutterstock

Donald Trump ha hecho una declaración de intenciones con el polémico primer borrador del presupuesto gubernamental del 2018. Para el siguiente año, Trump desea un futuro donde se hagan importantes recortes en las instituciones científicas y jugosos aumentos en las fuerzas armadas estadounidenses.

Mike Mulvaney, director de la Oficina de Administración y Presupuesto, salió en defensa de los recortes en una conferencia de prensa en la Casa Blanca.

Mulvaney argumentó de que se suele pensar en los efectos negativos de los recortes para las personas que reciben el dinero, pero no se suele pensar en los beneficios que estos podrían tener para los contribuyentes. "No te pediremos dinero ganado con tu esfuerzo a menos que podamos garantizarte que tu dinero va a ser usado de una manera adecuada", dijo en conferencia de prensa.

Entre las agencias del gobierno cuyo presupuesto se verá seriamente afectado se encuentran la NASA, la Agencia de Protección Ambiental, el Departamento de Energía, el Departamento de Agricultura y los Institutos Nacionales para la Salud. En cambio, el presupuesto militar aumentará 9% y el gasto para la seguridad nacional el 7%.

Respecto al cambio climático, cuyas investigaciones se podrían ver seriamente afectadas por los recortes, Mulvaney dijo:

"Ya no gastaremos dinero en eso. Consideramos que sería un despilfarro de tu dinero."

De acuerdo con el periodista Fernando Peinado, la administración de Trump ha hecho circular un email donde se justifica el recorte. En él se puede leer: "El presidente Trump está cumpliendo con sus promesas de reforzar nuestra milicia, construir un muro para resguardar nuestro país y proveer más recursos a los veteranos que arriesgaron sus vidas para protegernos al recortar BILLONES de dólares de programas liberales".

El presupuesto todavía debe ser aprobado por el Congreso, sin embargo, esto suma un golpe duro a la batalla del gabinete de Donald Trump contra la comunidad científica.

Dicha batalla comenzó durante la campaña electoral cuando Trump declaró que el concepto del calentamiento global había sido inventado por China para hacer obsoleta la manufactura estadounidense.

Una vez presidente, las fricciones por el tema no han hecho más que aumentar. En los primeros días de Trump en la Casa Blanca se reportaron diversos intentos de censura a los científicos de la Agencia de Protección Medioambiental (EPA, por sus siglas en inglés). Más tarde, Trump nominó a Scott Pruitt, un político que había hecho su carrera criticando a la EPA, como director de la misma. La EPA podría tomarse el trago más amargo, pues podría sufrir un recorte de hasta el 31% de su presupuesto.

Ahora, los científicos deberán luchar por mantener su presupuesto intacto y recordar a la sociedad estadounidense la importancia de los hechos basados en evidencias. Mientras tanto, la Marcha por la Ciencia que se ha organizado para el 22 de abril sigue en pie.

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