Los políticos gastan millones de dólares en asegurarnos una y otra vez que nos representan, pero aveces sus dichos y acciones nos dejan ver su cara más amarga.
Aunque en las leyes se hace una gran lucha por la defensa de los derechos de las mujeres, hace falta que la sociedad las cumpla. Para ello es necesario concienciar a las personas sobre el problema. A veces, quienes ocupan los más altos cargos en el Gobierno son quienes ponen los peores ejemplos. Aquí algunos casos.
El escándalo del presidente
Mientras muchos podrían recordarlo por ser un promotor de los Tratados de Kioto o por los bombardeos a Irak en 1998, para la mayoría de las personas solo un recuerdo es nítido: el escándalo sexual que protagonizó Bill Clinton con una de las becarias de la Casa Blanca.
Aunque las repercusiones del escándalo fueron más mediáticas que políticas, Bill Clinton pudo continuar con su carrera política a la sombra de su esposa, la exsenadora y excandidata a la presidencia, Hillary Clinton.
Las mujeres involucradas se llevaron la peor parte. Mientras, Monica Lewinsky escribía un libro autobiográfico, protagonizó campañas de productos para bajar de peso y como conductora de realities shows. Después de ser acosada y ridiculizada, Lewinsky expresó en una conferencia para Ted: "Me tildaron de zorra, puta, ramera, tonta. Perdí mi reputación y mi dignidad y casi pierdo mi vida".
Durante la contienda electoral del 2016 el tema revivió con nueva fuerza, pero en contra Hillary Clinton, a pesar de que no fue ella quien tuvo el "desliz", engañando a su esposo con una empleada veinte años menor.
Las lavadoras de dos patas
El expresidente mexicano Vicente Fox hoy es conocido por burlarse e insultar a Donald Trump en Twitter, pero siempre será recordado por sus declaraciones machistas en los medios:
En una reunión con empresarios en Mazatlán, a Fox se le ocurrió presumir de los logros de su administración de la peor manera posible:
“Ahora, el 75 por ciento de las familias de México ya cuentan con una lavadora y no precisamente de dos patas o de dos piernas, sino una lavadora metálica”.
Por supuesto, el mundo ardió. La oposición, que en ese momento era el Partido Revolucionario Institucional (PRI), exigió disculpas desde la Comisión de Equidad y Género del legislativo mexicano, el cual no dudó en calificar al presidente como patán, misógino, corriente, vulgar y ramplón.
Yo no soy la señora de la casa
Cuando aún era precandidato a la presidencia, Enrique Peña Nieto dio una entrevista para El País. En ella, los periodistas Salvador Camarena y Luis Prados, quisieron interrogar al aspirante a presidente sobre los asuntos cotidianos de la mayoría de los mexicanos. Entonces, le preguntaron si conocía el precio del kilo de tortilla de maíz, un pilar de la alimentación mexicana a lo que Peña Nieto respondió:
“No lo sé porque no soy la señora de la casa, pero debe andar entre siete u ocho pesos”.
Así, con ese comentario dio a entender que el hombre que se convertiría en presidente no tenía por qué preocuparse por los asuntos “menores” de la economía doméstica.
Más tarde, para una entrevista radiofónica Peña Nieto se defendió, diciendo que en su hogar, era "la señora de la casa" quien hacía las compras:
“Tomaron una declaración del ámbito personal y familiar y la sacaron de contexto. En ningún momento pretendería descalificar la labor que la mujer realiza en casa (…) Soy el primero en reconocer el trabajo que la mujer realiza en diferentes ámbitos, tanto en la casa como en lo profesional”.
“Grab them by the pussy”
Además de la frase “Make America Great Again” otra de las frases célebres de Donald Trump es aquella que utilizó mientras hablaba con un colega en una conversación que se coló en los medio de comunicación durante su campaña:
Tengo que comer unas Tic Tacs en caso de que comience a besarla. Sabes que me atraen automáticamente las [mujeres] hermosas. Las empiezo a besar, es como un imán. Solo besarlas. Ni siquiera espero. Cuando eres una estrella te dejan hacerlo, puedes hacer lo que quieras, agarrarlas por el coño… Puedes hacer lo que quieras.
Si aislada no resultara escandalosa, la frase vino acompañada de acusaciones de miradas y comentarios lascivos por parte de Trump hacia periodistas y concursantes de Miss America, Miss Universo y Miss Teen USA.
Una vez en el cargo, una de sus primeras acciones fue revivir “la política de la Ciudad de México”, un decreto de los tiempos de Richard Nixon que cortó de golpe el financiamiento a organizaciones pro-aborto fuera de los Estados Unidos. Dentro de su país, amenazó el financiamiento al programa de planificación familiar Planned Parenthood si continuaban promoviendo y practicando el aborto, una medida que atenta los derechos reproductivos de las mujeres.
Aznar y el bolígrafo
En 2006 una reportera se acercó al expresidente del Gobierno español José María Aznar extendiéndole un bolígrafo para que le diese un autógrafo y después le lanzó una pregunta: "¿Se inspiró usted en el señor Pastrana cuando dijo el Movimiento de Liberación Vasco en su época?".
Aznar le lanzó una sonrisa y le metió el bolígrafo en el escote de la blusa. La reportera Marta Nebot miró a la cámara y dijo: "Esto que ha hecho de meterme el boli en el escote yo no sé cómo tomarmelo".