No hay que irse muy lejos para enfrentarse a casos curiosos y sorprendentes dignos de Sherlock Holmes de andar por casa. Casos que convierten algo anecdótico en un problema de ingenio. Tampoco es que haga falta ponerse trascendental. Pero un caso tan curioso como este fue el que asaltó a los hermanos Babich en Indiana una mañana de febrero. Estaban pescando en un lago congelado cuando de pronto se percataron de una imagen muy curiosa. Congelados en su superficie había dos peces. Y uno de ellos estaba devorando al otro.

El pez congelado que devoraba al otro

El lago Wawasee es uno de los más grandes de Indiana. Un lago glacial que se congela cada año con varios metros de espesor en su superficie. También es un lugar típico para ir a pescar debido su riqueza en especies. En invierno, de hecho, los habitantes que rodean al lago van allí para pescar sobre hielo, una práctica muy común en los países norteños. Como en muchas otras ocasiones, Anton y Alex Babich fueron a disfrutar de la pesca hasta que se toparon con la escena. Un gran lucio estaba tratando de devorar a un pez. Esto no tendría nada de especial si no fuera porque la escena permanecía inmóvil. Congelada. Literalmente helada.

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La escena retratada por los Hermanos Babich. Fuente: Anton Babich | Facebook

Los hermanos hicieron una foto y la compartieron por sus redes sociales, lo que hizo viral la imagen. En poco tiempo comenzaron a saltar los escépticos: ¿cómo era posible semejante escena? ¿La falsearon? No es nada difícil hacerlo estos días. Pero no, los hermanos afirmaron y reafirmaron la autenticidad de dicha imagen. Y para corroborar sus afirmaciones, hicieron un vídeo demostrativo. Es entonces cuando llegan las dudas. ¿Qué ha ocurrido para que la escena haya quedado en el tiempo? Cuando un pez devora a otro no se toma, precisamente, un tiempo para recrearse.

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Los peces extraídos del hielo. Fuente: Adam Charles | Facebook

La superficie de un lago tampoco se congela en cuestión de segundos. Es como si algo hubiera conseguido helar el agua rápidamente, mientras el infortunado lucio cazaba a su presa: una lubina. Ambos peces quedaron entonces atrapados en el hielo en una escena eterna. Eterna hasta que los hermanos decidieron volver a sacarla del hielo para mostrar su veracidad. ¿Qué puede haber congelado a los animales en semejante acción? Esta pregunta, aunque curiosa, daría un rato que pensar, al menos, al mismísimo Sherlock Holmes.

La explicación más plausible

Este misterio, anecdótico y simpático, nada importante, supone un auténtico juego para una mente inquieta. Es difícil llegar a una explicación adecuada de semejante hecho. Vamos a considerar algunos aspectos. En primer lugar, la lubina aparece fuera del agua congelada, a través de la boca del lucio, que está debajo del agua congelada. En segundo, ambos peces se encuentran en una zona de aguas someras, cerca del muelle del lago. Tercero, y es un detalle importante, la lubina no parece excesivamente grande. Otros detalles menos importantes pero que pueden dar pistas, son las capas que aparecen en el hielo que atrapa al lucio. Hay varias.

Con todo esto sobre la mesa, ¿qué ocurrió? La primera respuesta, la más obvia, es que el lucio murió tratando de comerse a la lubina. Como en otros peces, las agallas son elementos muy delicados situados junto a la boca. Con una presa tan grande, parece que el lucio, literalmente, bloqueó sus agallas, muriendo asfixiado. Es algo parecido a lo que ocurriría si nos atragantamos pero en versión pez. El cuerpo de ambos, entonces, flotaría y se congelaría. Pero esto no es posible por dos cuestiones muy sencillas: primera, cuando se ahogó el lucio, su vejiga natatoria estaría deshinchada, que es una reacción típica de los peces. Estos flotan cuando comienzan a descomponerse o si mueren de forma repentina y de formas concretas.

Así que lo más seguro sería haberlos encontrado en el fondo. Y más importante, ¿Cómo llegó la lubina fuera del agua? La explicación más plausible la dieron los propios hermanos Babich: probablemente un pescador se deshiciese de una presa demasiado pequeña, que quedaría "flotando" en el hielo fino de la superficie. El lucio, que vería una presa fácil, se lanzaría a por él. Hay que tener en cuenta que, como casi todos los peces, los lucios no son capaces de apreciar adecuadamente las imágenes fuera del agua. Sus ojos no están preparados. Así que probablemente viese una imagen deformada y no calculase bien lo que se iba a comer. Ahogado por una presa excesivamente grande para su boca y atrapado en un hielo fino, pero creciente y con mas y más capas. En las aguas poco profundas, la congelación del agua es mucho más rápida que en zonas con aguas más profundas. Así el lucio se quedó congelado en la macabra y curiosa escena hasta que los Babich la descubrieron y la hicieron viral. "Elemental, mi querido Watson".