El informe anual de Amnistía Internacional (AI) comienza con palabras duras: "Las profundas transformaciones políticas de 2016 revelaron el potencial de la retórica del odio para desatar el lado oscuro de la naturaleza humana".
La organización internacional destacó que durante el año pasado los Gobiernos adoptaron una postura autoritaria al ignorar crímenes de guerra, cortar la libertad de expresión, alimentar una política violenta en la lucha contra las drogas, incrementar la vigilancia masiva y promover el odio hacía las minorías.
Aunque el presidente Donald Trump es especialmente mencionado en el informe como un ejemplo de la retórica de odio que —según la organización— erosiona "la visión de una sociedad abierta basada en la igualdad", ningún país queda exento de problemas.
El capítulo de la organización para México mencionó, durante la presentación del informe, que el país se encuentra en "una de las peores crisis de derechos humanos y justicia de las últimas décadas".
'Estamos frente a uno de los más sostenidos ataques contra los #ddhh de las últimas décadas' @ErikaGuevaraR #AIR2017 pic.twitter.com/9D4Zjw4wFw
— Amnistía Int. México (@AIMexico) 22 de febrero de 2017
En el informe se destacan una serie de temas que minan la vida de la sociedad mexicana:
-
La militarización del país. AI destacó que tras 10 años de la guerra contra el narcotráfico, el empleo de personal militar en labores de seguridad pública se volvió algo cotidiano. Pero pese a la presencia militar en las calles, la violencia no ha disminuido. El 2016 fue el año más violento del sexenio de Enrique Peña Nieto con 36.056 homicidios.
-
Los informes de tortura, desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales y detenciones arbitrarias. La búsqueda de los al menos 20.000 desaparecidos en el país destapó diversas irregularidades en la actuación de las fuerzas policías y militares que van desde operar en fosas clandestinas, detener y torturar manifestantes o cometer homicidio contra presuntos delincuentes. Durante el año pasado se presentaron 12.000 quejas de tortura en todo el país.
-
Difamación contra activistas y defensores de los derechos humanos. También se reportaron amenazas y hostigamiento contra los defensores de los derechos humanos y de activistas políticos, ecológicos, de la salud, y más. En febrero, diversas organizaciones denunciaron una campaña contra el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), encargados de investigar el caso Ayotzinapa.
-
Las amenazas y violencia contra periodistas. A lo largo del 2016, 11 periodistas fueron asesinados en México mientras cumplían con su trabajo y decenas más fueron amenazados de muerte por redes sociales.
-
Violencia de género generalizada. AI identificó que el problema de violencia contra las mujeres y niñas era "endémico". En 2016 se activó la "Alerta de Género" en los estados de Jalisco y Michoacán y miles de mujeres salieron a las calles a protestar contra el acoso callejero, las agresiones sexuales, la violencia intrafamiliar y los feminicidios.
-
El rechazo legislativo a propuestas de ley del matrimonio igualitario. El presidente Enrique Peña Nieto presentó en mayo una propuesta para generalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo en toda la República, sin embargo, tras una serie de grandes manifestaciones de grupos religiosos, el poder legislativo rechazó la propuesta.