La medicina digital, a distancia (o telemedicina) y personalizada son tres conceptos novedosos que todavía están asentándose en la sociedad. Mientras sus definiciones van tomando forma, sus implicaciones se adelantan para ofrecer a un paciente, que algunos ya catalogan de 2.0, una serie de ventajas. La medicina digital ofrece soluciones inmediatas y cómodas para situaciones que no son urgentes o graves. A la vez, permite anticiparse ante un problema serio de salud, mantener un seguimiento diario de nuestras constantes, o acudir a una consulta sanitaria de forma inmediata y rápida.
Medicina digital, a distancia y personalizada
La medicina digital es un concepto que implica a cada paciente por separado. La información, las consultas, su historial u otros aspectos relacionados con su salud se encuentran a través de plataformas de cloud computing a su disposición a través de múltiples dispositivos digitales. Por ejemplo, un paciente con hipertensión que lleva una pulsera inteligente capaz de medir su ritmo cardíaco, es alertado mediante una notificación en su móvil cada vez que tenga una arritmia o subida del ritmo peligrosa, incluso antes de que él la empiece a sentir.
La cantidad de información recolectada a través de los diversos dispositivos sensorizados es compartida directamente con nuestro médico o servicio de salud, que podrá añadir nuevos valores de forma manual a través los análisis o estudios realizados en el hospital. Medición de la presión arterial, electrocardiogramas, ecocardiogramas, análisis de sangre, o revisión de infecciones de tímpano, son solo algunas de las acciones que podemos realizar mediante los sensores y software de nuestros smartphones. Gracias a la inmensa cantidad de datos que se generarían si cada persona utilizara este tipo de herramientas, se podría generar una red de aprendizaje e inteligencia artificial (IA) para obtener patrones que nos permitieran anticipar enfermedades futuras o recibir los mismos tratamientos que mejor funcionen de forma personalizada.
Según investigadores como Daniel Kraft, director de Medicina y Neurociencia en Singularity University, la tecnología está revolucionando de tal manera el mundo de la medicina que en un futuro no muy lejano tu médico de confianza no te recetará solo medicamentos, te recetará también aplicaciones. Además de la recogida de datos, hace falta una manera de interaccionar con ellos y con los servicios que le rodean. Así nacen entornos como el HealthKit de Apple o propuestas como Mi salud al día, de DKV, que permite hacer consultas a los especialistas a través de su aplicación.
De esta manera, gracias a la mediación de un Health Center o Smart Health Point podemos resolver dudas de manera inmediata, o ponernos en contacto con los servicios sanitarios en caso necesario. Además, también podemos realizar una "e-visita" o visita virtual, a través de la aplicación, lo que nos ahorra tiempo y esfuerzo. Esto unido a los aspectos cotidianos de autocuidados (alimentación, deporte, medicación y monitorización), nos permite aprovechar al máximo toda la potencia de las nuevas tecnologías en favor de la salud.