Carl Sagan explicó alguna vez que los relatos sobre visitas extraterrestres o abducciones que ha relatado la gente a través del tiempo están estrechamente ligados a las preocupaciones sociales de cada época, es decir: la energía nuclear, las enfermedades o la guerra. Y cómo antes de acuñar palabras como OVNI, "platillo volador" o formar una idea colectiva de la supuesta apariencia de los extraterrestres, las personas veían brujas, fantasmas o demonios.
Estos fenómenos sociales tienen mucho de colectivo y encierran la fascinación por lo desconocido, lo enigmático y lo sobrenatural. Una forma de estas expresiones, pero libres de toda sospecha científica, radica en el arte. Es decir, el cine, la literatura y el cómic se han alimentado de estos relatos, de estos miedos y de estas obsesiones colectivas.
En este sentido, podemos recapitular y pensar cómo en el pasado se imaginaba el futuro, digamos en los años veinte o treinta, ¿qué tan diferente es a cómo lo imaginamos en este siglo XXI? Hace muy poco nos preguntábamos quién o quiénes son los artífices de la apariencia del futuro y un nombre surgió de inmediato: Syd Med. Junto a este impresionante artista han trabajado otros construyendo el futuro que imaginamos colectivamente.
Dos de estos son, precisamente: Dan O'Bannon y Jean Giraud, mejor conocido como Moebius, autores del comic "The Long Tomorrow", una publicación de apenas 16 páginas que influyó el cine, el cómic, la ciencia ficción y, por supuesto, nuestra idea del futuro.
Cuando un genio se aburre
Se dice que Dan O'Bannon, en 1975 durante la época que estuvo trabajando junto a Moebius y el mismísimo H. R. Giger en Dune, la cinta de Alejandro Jodorowsky no culminada que pudo cambiar la dirección de la ciencia ficción, se aburrió durante los procesos de producción (que más tarde costarían que el proyecto se viniera abajo) y se puso a dibujar y a dar vuelta a una idea que tenía en mente. Moebius cuenta que O'Bannon le mostró su idea y lo invitó a trabajar en ese pequeño proyecto del cual había construido ya el storyboard.
Así fue como The Long Tomorrow vio la luz y fue publicada en la mítica Metal Hurlant en 1976 y en su versión estadounidense Heavy Metal durante julio y agosto de 1977. Este cómic está inspirado en el film noir o cine negro, así como en el hardboiled, subgénero literario de la novela policíaca ambientado en el futuro, motivo por el cual es considerado un antecedente del cyberpunk y una historia con todos los elementos de este subgénero de la ciencia ficción.
A la distancia, la década de 1970 y la de 1980 lucen como épocas prolíficas de estas expresiones artísticas, una época dorada de impresionantes artistas. Autores y obras que hoy vemos con admiración, y que son pilares de los géneros, fueron realizadas en ese tiempo e, indudablemente, se inspiraban unos a otros.
Así es como Blade Runner, por ejemplo, fue ampliamente influenciada por este cómic y por el estilo que corría por las páginas de Metal Hurlant. El mismo Ridley Scott reconoce las influencias de Moebius y su imagen decadente y caótica del futuro. Así mismo, George Lucas también se influenció por The Long Tomorrow y su impresionante tecnología avanzada, desgastada y ajada, así como de la apariencia del droide espía imperial en El Imperio contraataca.
En otras ocasiones se nombra a The Long Tomorrow como influencia de películas como: Total Recall, The Fifth Element, Alien (en esta dos últimas participó Moebius) e, incluso, Matrix de los hermanos Wachowski.
Cuenta Moebius que sugirió a O'Bannon continuar la historia de The Long Tomorrow, sin embargo, este no mencionó nada al respecto y todo quedó así, con un par de entregas y un total de 16 páginas que han influido de forma muy especial al cine y la ciencia ficción. ¿Qué tanto debemos a este cómic y que tanto a las demás obras que se influenciaron en él? Con seguridad puede decirse que se trata de un cómic clave y que ya es parte, se haya leído o no, del imaginario colectivo con respecto al futuro, así, tal como construimos las ideas que nos obsesionan.
Puedes leerlo aquí (en inglés): The Long Tomorrow.