Tras llevar muchos años por detrás de otros países europeos, el pago con tarjeta ha superado por primera vez a las extracciones de efectivo en cajeros automáticos. Es un proceso que ayuda a usuarios, pues añadido a la mayor disponibilidad de locales que permiten pagar con tarjeta, reduce la necesidad de desplazarse buscando una oficina bancaria. Como añadido, el pago móvil impulsará aun más estos números. Sin embargo, pese a requerir menos los servicios presenciales de las sucursales, los bancos siguen teniendo una importancia muy grande en el día a día, y ofrecer una buena experiencia al cliente es fundamental.

Donde más se aprecia es, sin duda en las aplicaciones dedicadas de las distintas entidades. Un paso tan simple como revisar el estado de las cuentas en un momento determinado puede ser cuestión de minutos en unas aplicaciones y cuestión de un segundo en otras. En otros más complejos como realizar una transferencia, la cosa, en el caso de los primeros, puede y suele salir mucho peor. Por no mencionar las caídas constantes y los errores de conexión comunes que ofrecen algunos servicios.

Adaptarse a los nuevos tiempos es clave para las apps de banca
Adaptarse a los nuevos tiempos es clave para las apps de banca

Como se comentaba, ofrecer al usuario una buena experiencia lo es todo. Y para ello, el mundo móvil tiene dos principios muy claros. En primer lugar, hacerlo todo muy sencillo. Cuantos menos pasos se necesiten para realizar las acciones más comunes (y también otras más complejas), mejor. En segundo, es muy importante adaptarse rápidamente al cambiante ecosistema de la industria móvil. En ese sentido, no ofrecer hoy una solución de seguridad basada en el desbloqueo por huella dactilar es un atraso, y cada vez más lo será no tener una solución de pagos móviles en la aplicación si el sistema operativo no soporta otra.

Esa experiencia ha sido el principio con el que CaixaBank ha construido su aplicación, lo que le ha valido ser considerado el mejor banco de Europa y el segundo del mundo en este sentido, servicios de banca móvil. Para potenciarlo aún más han creado imaginBank, un banco exclusivamente móvil. Que los usuarios están contentos con la aplicación lo muestran datos propios de CaixaBank, que indican un crecimiento del 55% en transacciones y movimientos desde el móvil en los primeros seis meses del año, respecto al mismo período de 2015. En cuanto a usuarios ha ganado un 16% respecto al año anterior. Aunque sigue lejos del uso del servicio web, la ratio se está reduciendo considerablemente, y el móvil ya es el segundo canal de uso de la compañía.

En esa adaptación a lo que viene, los servicios se ofrecen más allá de smartphones y tablets. Han llegado a wearables como el Apple Watch, e incluso a vehículos de Ford con el sistema de entretenimiento Sync. Supone estar allí donde el usuario va a demandar que los bancos estén, y no estar de cualquier manera, sino yendo de la mano de la filosofía que las novedades introducen. La era del dinero en efectivo llega a su fin, pero la del dinero electrónico está empezando, y conviene gestionarlo de la mejor manera posible.