España sigue sin Gobierno, tampoco se sabe en qué momento se hará efectivo o si se tendrá que ir de nuevo a las urnas el 25 de diciembre, ni más ni menos. Parece ser que un principio de acuerdo entre el Partido Popular y Ciudadanos asoma la patita por el final del pasillo. Juntos no llegan a los escaños necesarios como para poder gobernar con mayoría, pero la simple abstención del PSOE o Unidos Podemos sería suficiente como para arrancar la legislatura con un Gobierno en minoría. Por fin.

En cualquier caso, para llegar al pacto primero deben cerrar los acuerdos pertinentes y ponerse del mismo lado en sus millones de diferencias. Corrupción, reforma electoral, límites para cargos públicos... la lista es interminable. Pero el tema de esta semana es el de los contratos únicos y la reforma de las cuotas para autónomos; la bandera de los emprendedores ha vuelto a desplegarse en esta suerte de campaña política que persiste en el impasse político que vive el país. Miguel Ángel García Díaz, profesor de economía aplicada en la URJC, apunta a que "es complejo y, además, genera interpretaciones bastante interesadas por parte de los trabajadores (que funcionan como un lobby) y los partidos políticos que los ven como un colectivo de posibles votantes". Después de todo es un colectivo de más de 3 millones de votantes. En cualquier caso, de momento en lo único que están de acuerdo las dos facciones es en que no están de acuerdo. Al menos en este punto.

Las reuniones, iniciadas el pasado lunes, se han paralizado para volver a retomarse a lo largo de esta semana. El tema en cuestión se ha dejado de lado en primera instancia, pero volverá a saltar a la palestra tarde o temprano porque deben llegar a un punto en común. Por un lado, los chicos de Rivera proponen cuotas de autónomos progresivas, objetivo ya contemplado en su programa, en función de los ingresos.

Los autónomos no pagarán cuota, si están por debajo del salario mínimo interprofesional. Por encima, se pagará en función de los beneficios. La cuota no será una barrera para quienes son el corazón de nuestra economía. [Programa electoral de Ciudadanos, junio 2016]

Cuestión que los de Rajoy no tienen demasiado clara. Para los populares, los altos costes que esto supondría para las arcas públicas no está compensado con el incremento del número de emprendedores que prevé Ciudadanos.

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Partido Popular de Cantabria (Flickr)

¿Para emprendedores?

Las buenas intenciones políticas siempre están ahí. La cuestión es si son factibles o no y si, como dicen, influirá en el crecimiento de las cifras de emprendimiento en España.

Para la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) existe una cuestión esencial en todo esto. Antes de reformar cualquier tarifa progresiva, hay que fomentar e incluso mejorar lo que está funcionando y fomentando el emprendimiento: la tarifa plana de 50 euros de 6 a 12 meses. Idea que quieren ampliar a autónomos societarios con las mismas características.

Sin embargo, la tendencia a la hora de pensar que los emprendimientos están enfocados a pequeños proyectos para subsistir es una de las creencias más erróneas que se han fomentado durante estos años. Por lo que para Miguel Ángel el factor de influencia en el mundo emprendedor es más que limitado:

"La idea debe incorporar proyectos más sólidos que deben contar con pocas trabas administrativas y ayudas temporales. El futuro del país será más optimista si se apuesta por ampliar y fortalecer las empresas medianas que son las que más aguantan los ciclos porque son las que mas invierten en I+D+i."

En términos generales, sería mejorar la flexibilidad interna de las empresas y, por tanto, que genere mayor estabilidad en el empleo.

programa electoral Ciudadanos
Carlos Delgado (Wikimedia)

Posible o no, he ahí la cuestión

De momento, el Gobierno en funciones ha añadido una medida temporal en la que los autónomos que no lleguen al sueldo mínimo tengan una cuota de 45 euros mensuales. Pero el problema en todo esto es que la rama de los trabajadores autónomos es muy grande y diversa. Están los que pagan sus cuotas con un gran esfuerzo, y sus ingresos son minúsculos comparados con lo que deben pagar. Y están aquellos que pagan lo mínimo declarando menos ingresos de los reales para reducirse los impuestos y que se planifican para cubrir la mínima pensión; la gran mayoría según los datos de la Agencia Tributaria.

En cualquier caso, los trabajadores autónomos deben tener el mismo trato que los asalariados. Y si cumplen con los pagos de las coberturas disponibles, de hecho, los tienen según el régimen de trabajadores por cuenta propia al que estén suscritos. Por tanto, y desde el punto de vista de Miguel Ángel, los que no lleguen al salario mínimo interprofesional como autónomos estarían exentos de pagar las cuotas, pero también de recibir todos los derechos de prestación. Una polémica muy grande teniendo en cuenta la cantidad de profesionales que se quedarían fuera de la cobertura de la Seguridad Social, tanto para bien como para mal. Pero el problema está en el registro de los mismos y en el control de los que llegan o no a esa base mínima:

"La exención del pago (actualmente hay una base mínima de cotización algo superior al SMI) podría incentivar al desplazamiento de trabajadores asalariados al de autónomos que en esas condiciones sería economía sumergida.

Y teniendo en cuenta el modelo económico y social español es una realidad bastante factible que afectaría a los ingresos de la Seguridad Social. Además, añade Lorenzo Amor, presidente de ATA, "cualquier sistema progresivo a lo europeo, favorecería a un 15% que está sobrecotizado porque podría rebajarse la base para ellos y daría protección social a aquellos que hoy están por debajo del salario mínimo y no cotizan, pero supondría lo que nadie se atreve a decir, que subirían las cotizaciones para el 80% de los autónomos".

Es decir, que el pago progresivo implicaría que los que tienen rentas superiores al salario mínimo deberían pagar más para cubrir el déficit. Por lo que muchos de ellos tendrán el incentivo (negativo) de declarar menos ingresos o rechazar la medida política que en un principio iba para ellos. Añadir que, como confirman los datos de ATA, en España tanto la tarifa plana de 50 euros, como la cuota completa de 260 euros no bonificada, da derecho a atención sanitaria gratuita, baja por enfermedad, maternidad, riesgo en el embarazo y pensión de jubilación. La comparación, por tanto, con coberturas que en muchos países de nuestro entorno están sometidas a copago o sistemas mixtos con seguros privados que conllevan mucho más coste es imposible.

En resumen, la reforma es necesaria. Pero el objetivo es eliminar el mito que no hace ningún favor ni a los que se plantean emprender, ni a los que ya están como autónomos. Al final, ninguna solución es perfecta y la que lo parece puede generar efectos secundarios graves en las relaciones laborales y la Seguridad Social.

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