Que el cine se lleve en la sangre, como cualquier otra labor, es una idea romanticona que nada tiene que ver con la realidad. Sin embargo, eso no impide que existan sagas de actores y cineastas tal como las hay de empresarios o profesionales de todo tipo, unas veces por seguir con “el negocio familiar” o aprovechar las influencias paternas para obtener un medio de vida, y otras, sencillamente, por lo que predispone haber asimilado el oficio en casa; o todo ello a la vez.Phyllida Law, actriz madre de Thompson, le escribió a Anthony Hopkins cuando iba a trabajar con su hija: "Por favor, no te la comas"
Es el caso de la actriz británica Emma Thompson, hija de los actores Eric Thompson y Phyllida Law, si bien su padre también fue guionista de filmes y series de televisión, y hermana de Sophie Thompson, actriz igualmente. Su carrera ya suma nada menos que treinta y cuatro años, pero su primer papel en una película destacada fue el de la risueña pero comedida princesa Catalina de Valois en la shakespeareana **Enrique V (Kenneth Branagh, 1989).
Muy distinta fue su Margaret Schlegel de Regreso a Howards End (James Ivory, 1992)**, una culta londinense, decidida pero de buen carácter, que debe lidiar con conflictos familiares y el clasismo de la sociedad inglesa, cuya medida encarnación le valió el reconocimiento como Mejor Actriz en los Premios Oscar, los Globos de Oro y los BAFTA. Cuando Phyllida Law supo que su compañero de reparto era nada menos que el gran Anthony Hopkins, quien había sido galardonado por su celebérrimo Hannibal Lecter el año anterior, le preocupaba que su hija quedase ensombrecida, así que le envió el siguiente mensaje a él: “Por favor, no te la comas”. Pero Thompson no necesitaba ningún auxilio.
Puede que la película más valorada en la que ha participado Emma Thompson sea En el nombre del padre
De hecho, no podía faltar en la que fue una de las pocas reuniones algunos de los mejores intérpretes británicos de su generación: **Los amigos de Peter (Branagh, 1992), en la que dio vida a la taciturna Maggie Chester. La adaptación de la comedia shakespeareana Mucho ruido y pocas nueces (Branagh, 1993) le dio la oportunidad de pasárselo de maravilla con el mar carácter de la respondona Beatrice. Y, de nuevo con Hopkins, volvió a dar la talla en el rol de Miss Kenton, la frustrada ama de llaves de Lo que queda del día (Ivory, 1993), por la que fue reconocida con nominaciones en los premios que ya había ganado.
La película quizá más valorada en la que ha participado es En el nombre del padre (Jim Sheridan, 1993), como la testaruda abogada Gareth Peirce, muy serena la mayor parte del tiempo, pero con gloriosos estallidos de ira cuando corresponde, que le sirvió para más nominaciones en los tres mencionados premios. Y en Sentido y sensibilidad (Ang Lee, 1995)**, de cuyo guion es su oscarizada autora, volvió a demostrar que es perfecta para encarar la interpretación de mujeres cultivadas e inteligentes, exquisitas en el trato y con una compleja pero sutil gama emocional; y por ello se llevó otro BAFTA.Uno de sus personajes más desacostumbrados por excéntricos es la delirante Sybil Trelawney de la saga sobre Harry Potter
Luego se agenció un papelito, el de Karen, en la coral y sobrevalorada **Love Actually (Richard Curtis, 2003), y aceptó encarnar a uno de sus personajes más desacostumbrados por excéntricos, la delirante profesora Sybil Trelawney, en Harry Potter y el prisionero de Azkaban (Alfonso Cuarón, 2003), el mejor de los filmes de la saga con diferencia. Y volvería a ella para Harry Potter y la Orden del Fénix (David Yates, 2007) y Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, parte 2 (Yates, 2011). No sin antes optar por la novelista Karen Eiffel de Más extraño que la ficción (Marc Forster, 2006)**.
El más distinto de sus personajes quizá sea Cemolina, la madre desagradable y hortera de La leyenda de Barney Thomson
Sin embargo, el que probablemente sea el más distinto de todos los personajes que ha elaborado a lo largo de su carrera es Cemolina, la madre desagradable y hortera de **La leyenda de Barney Thomson (Robert Carlyle, 2015), que se lleva no pocos de los mejores golpes de esta decente comedia negra, ópera prima de Carlyle, que encarna al mismo Barney, un peluquero huraño que se mete en un enredo de suma gravedad y no sabe si alegrarse por contar con la ayuda de Cemolina.
Pronto veremos a Emma Thompson en El bebé de Bridget Jones (Sharon Maguire, 2016) y, tras unos cuantos meses, en la nueva versión de La Bella y la Bestia (Bill Condon, 2017)**. Pero nos da en la nariz que es difícil que se lo haya pasado tan bien actuando en estas películas como en la piel de Cemolina, sin duda, el mejor personaje de La leyenda de Barney Thomson.