sueño

Andrey_Kuzmin | Shutterstock

En 1953, el profesor Nathaniel Kleitman ordenó un curioso trabajo a uno de los estudiantes de su laboratorio. El joven Eugene Aserinsky debía someter a una serie de voluntarios a una prueba parecida al actual encefalograma. Pero la investigación sólo contaba con una peculiaridad: los participantes debían permanecer completamente dormidos. Lo que docente y aprendiz vieron fue tan extraño como sorprendente. En algunos períodos de la noche, los individuos abrían y cerraban los ojos rápidamente y de forma casi violenta. Extrañado por aquellas observaciones, Aserinsky decidió repetir el experimento con su propia hija. La pequeña Esther se comportaba igual que los voluntarios del estudio. ¿Qué estaba ocurriendo?

El trabajo ofrece la primera evidencia de que el sueño REM es imprescindible para la consolidación de la memoria, es decir, para almacenar recuerdos en el cerebro

En aquel momento no lo sabían, pero lo que estaban describiendo aquellos investigadores de la Universidad de Chicago era la **fase REM del sueño. En la actualidad, gracias a trabajos pioneros como los de Kleitman y Aserinsky, sabemos que el sueño* se divide en varias etapas. La fase conocida por el "abrir y cerrar de ojos" ocupa casi el 25% de nuestras horas de descanso. Es lo que también se conoce como sueño paradójico, dado que la etapa REM se parece al estado de vigilia. Al menos, a nivel de las ondas cerebrales que pueden observar los científicos. Un estudio, publicado hoy en la revista Science, ha determinado los efectos de la fase REM del sueño sobre procesos como la consolidación de la memoria. Sus resultados aportan más evidencias sobre la importancia de un descanso adecuado para que, paradójicamente, nuestro cerebro se mantenga activo.

"Durante el sueño se produce el proceso de consolidación de la memoria", explicaba a la Agencia SINC el experto Diego García-Borreguero, director del Instituto de Investigaciones del Sueño. ¿Pero qué papel juega la fase REM en el almacenamiento de nuestros recuerdos? El estudio en ratones publicado en Science ofrece una evidencia causal directa de que la etapa del "abrir y cerrar de ojos" mientras dormimos ayuda a consolidar la memoria en nuestro *cerebro**. Este efecto había sido propuesto desde hace años por muchos científicos. Sin embargo, el carácter pasajero del sueño REM y las dudas éticas sobre los experimentos con seres humanos para investigar estos temas -especialmente si ello significaba la privación de parte de su descanso- impedía confirmar estas hipótesis.

horas de sueño
ruigsantos | Shutterstock

El equipo de Richard Boyce, de la Universidad McGill, utilizó la técnica conocida como optogenética para "encender" y "apagar" determinadas neuronas del hipocampo de los ratones mientras dormían en fase REM. De este forma, los científicos emplearon simples pulsos de luz para bloquear las vías cerebrales relacionadas con el aprendizaje y la memoria. Este método, que ya ha sido utilizado para recuperar los recuerdos de modelos animales de alzhéimer, ha servido para demostrar que perturbar el sueño REM provoca un importante impacto en los roedores. Los investigadores vieron que los ratones dejaban de consolidar la memoria contextual (recuerdos relacionados con la localización de un objeto nuevo e interesante) y la memoria emocional (como el miedo que se asocia a recibir una pequeña descarga eléctrica). Inhibir las mismas oscilaciones theta del cerebro en otras fases del sueño que no fueran REM, sin embargo, no provocaba estos efectos sobre los recuerdos, según los autores.

Las conclusiones del trabajo ofrecen la primera evidencia directa de la importancia del sueño REM en la consolidación de la memoria. La investigación deberá profundizar en esta hipótesis, puesto que los resultados han sido obtenidos en modelos animales y deberán ser confirmados en nuestra propia especie. Pero el trabajo es la primera demostración de que la actividad de las neuronas y, por ende, del cerebro durante la etapa REM de descanso es fundamental para almacenar nuestros recuerdos. En el futuro, los científicos tendrán que determinar también si alterar el sueño REM provoca algún perjuicio en la memoria.