El 2 de diciembre de 2015, Syed Rizwan Farook y Tashfeen Malik, matrimonio, dispararon indiscriminadamente contra un centro de recreo donde se encontraban unos 80 empleados del departamento de salud pública de San Bernardino —donde trabajaba Farook—, matando a 14 e hiriendo a 24 personas. El FBI inicia una investigación antiterrorista tras que la policía local acabara con la vida de los dos terroristas tras una persecución y tiroteo.

El FBI encontró los restos de los iPhone personales de Farook y Malik destrozados previamente al ataque, presuntamente por los propios dueños. Entre el resto de pertenencias encontraron también el iPhone 5c del trabajo de Farook, propiedad del condado de San Bernardino.

Fallo tras fallo del FBI

FBI

El Wall Street Journal comenzaba así su editorial del 22 de octubre:

> El Departamento de Justicia y el FBI insisten que el debate sobre el cifrado es crucial para la seguridad nacional, y tienen razón. El problema es que —durante otro ataque terrorista en occidente— siguen dándonos más razones para dudar su credibilidad e incluso su competencia.

El iPhone 5c del trabajo de Farook difícilmente iba a tener ninguna información relacionada con el atentado. Las conversaciones de trabajo que Farook mantuviera el FBI y la policía del condado de San Bernardino las habían obtenido gracias a copias entregadas por las otras personas con las que Farook hablaba. Que Farook y Malik destruyeran sus iPhone personales, modelos más actuales y seguros, y dejaran el iPhone 5c en casa sin problema, puede indicar la baja importancia que, a priori, tendría este terminal en la investigación. Pero un cuerpo de seguridad como el FBI debe investigar todo, y más en un caso como este, y así lo hizo.

El terminal está protegido por una contraseña de 4 cifras, como es común en terminales “antiguos”, o sin sensor de huellas dactilares. Si fuera un iPhone 5s, por ejemplo, podrían haber usado el cadáver de Farook solo horas después de su muerte para desbloquear el terminal acercando el dedo sin vida del terrorista al sensor, o con un molde de su dedo.

El problema del desbloqueo tradicional es que a los 10 intentos erróneos, el teléfono automáticamente borraría todos los datos que contenía y se bloquearía al asumir que había sido robado. ¿Qué hacer? Ponerse en contacto con Apple.

"Nosotros no cambiamos la clave de iCloud"

James Comey, director del FBI / Susan Walsh
James Comey, director del FBI / Susan Walsh

Como el condado de San Bernardino era el dueño del iPhone 5c, disponía y era propietario de la cuenta Apple ID del terminal, con su respectivo acceso a la copia de seguridad del teléfono almacenada en iCloud.com. El FBI solicitó a la policía del condado que cambiara la clave de la cuenta para poder acceder. Simple: recuperar la contraseña por email y el FBI pudo obtener una copia de seguridad fechada a día 19 de octubre.

James Comey, luego afirmaría que fue el condado de San Bernardino quien cambió la contraseña por su cuenta, hasta que el Sheriff del condado desmintió bajo juramento tal afirmación, y que fue el FBI quién lo indicó. El FBI rectificó y admitió haberlo hecho así. El cambio de clave se descubrió al indicar Apple al FBI que llevar el iPhone 5c a un sitio con una Wi-Fi conocida —la de su casa o trabajo podrían funcionar— debería sincronizar y renovar la copia de seguridad. Pero como la clave de iCloud había cambiado, el iPhone 5c de Farook dejó de sincronizarse.

El FBI entonces emitió una solicitud a Apple, en el juicio por el atentado, para que creara una versión del sistema operativo iOS que inhabilitara la protección de los diez intentos. Apple se negó, y ahí comenzó el tira y afloja entre la multinacional y el Departamento de Justicia, del que depende el FBI. Apple llevó la ofensiva en el cara a cara, llevando el debate a un espacio público y considerando que estas medidas consideraban una puerta trasera. La industria entera se puso de parte de Apple y cuando el enfrentamiento iba a llegar a su conclusión, el FBI retiró la petición al encontrar ayuda de una empresa israelí para lograr acceso.

"Es solo para este iPhone"

President Obama Speaks In The East Room Of White House On Efforts To Reduce Gun Violence

Tras admitir que después de ese iPhone en concreto, querrían desbloquear más y más. Y que estaba utilizando el caso por su poder mediático y al corresponder a un caso terrorista para hacer presión a Apple. El FBI continuó con la mentira de que solo necesitaba el software para este terminal en concreto, pero realmente quería sentar precedente y tener disponible una herramienta para posteriores usos, e incluso ya tenían varios más preparados.

"Solo Apple puede hacerlo"

james comey

Quedará para los tribunales y los abogados decidir y discutir sobre las palabras del director del FBI
cuando se refirió en declaración jurada ante el juez que solamente Apple podría darles acceso al terminal. En palabras de Edward Snowden: "es mentira". Y se ha acabado demostrando con la propia afirmación de que una empresa que no es Apple va a ayudarlos a acceder al contenido del terminal. Se pueden hacer teorías sobre la capacidad de la NSA al respecto, pero de momento quedan en meras hipótesis.

James Comey, director del FBI, podría ser acusado de perjurio, y compartir logros con James R. Clapper, antiguo director de la NSA, que abiertamente mintió en declaración jurada al congreso en 2013.