_Si quieres un análisis sin spoilers, te recomendamos leer nuestras **impresiones de la primera mitad de temporada._
Netflix y Marvel se han tomado de las manos nuevamente para traernos otra entrega del héroe que inicio todo para esta genial pareja. En su primera temporada** Matt Murdock tuvo que enfrentarse al impresionante mafioso llamado Wilson Fisk al mismo tiempo que se descubría a sí mismo en este nuevo papel de héroe y vigilante que además tiene un trabajo de día, y una nueva empresa junto a su mejor amigo.
Las cosas han cambiado, ahora con Fisk en la cárcel, Nelson y Murdock trata de mantenerse a flote en una ciudad donde intentar salvar a todos realmente no paga bien. Daredevil ya es un nombre bien establecido en las calles, el demonio de _Hell's Kitchen_ ha servido casi de inspiración para más de un imitador con ganas de tomar la justicia en sus propias manos. Sin embargo, sus métodos parecen no funcionar, cortas una cabeza al monstruo y otra crece en las sombras.
Todo lo que has hecho solo ha empeorado las cosas
La violencia solo atrae más violencia.
Desde el primer episodio nos presentan la destrucción que este nuevo personaje es capaz de crear. Sin embargo, _The Punisher_ no es plano, no es solo un tipo que anda por ahí matando todo lo que se mueve por placer, o en un absurdo intento de crear un mundo mejor. En el primer encuentro que tienen Frank Castle y Daredevil, este le recita unos argumentos bastante convincentes, mucho más convincentes que las palabras del que es abogado de día, que parecen ilusas y hasta prefabricadas. No es difícil ponerse de lado de este castigador, la forma en la que hace las cosas es permanente, tiene cierto código moral, y algo dentro de ti no puede evitar pensar que quizás todo el que ha matado merecía estar tres metros bajo tierra.
Frank Castle está muy bien definido, es un personaje duro y convincente. Jon Bernthal ofrece la mejor actuación de la serie.
No importa si estás de acuerdo con sus métodos o no, Frank Castle es convincente porque él cree lo que dice. El personaje está bien escrito, y el actor que lo interpreta (Jon Bernthal) hace un grandioso trabajo representándolo. Castle está convencido de que hace lo qué necesita y debe hacer, ni siquiera utiliza excusas, sabe que no es una buena persona, tampoco hace esto por nadie más, lo hace por sí mismo. Porque la única ancla que lo ataba a su humanidad le fue arrebatada de sus manos por la violencia de _Hell's Kitchen_.
Y en el otro extremo, Matt Murdock, ¿por qué razones hace las cosas Matt Murdock?
Elektra
Para el momento en el que conocemos a Elektra la serie se ha tomado una pausa un tanto extraña, intenta crear un espacio para el romance entre Matt y Karen, quizás con algunas chispas ocasionales saltando entre los dos, pero que fácilmente pueden extinguirse si tan solo piensas las circunstancias en las que ambos se encuentran. Esta relación está completamente basada en mentiras, ninguno de los dos conoce al otro, ¿cómo pueden llegar a tener algo real cuando se ocultan de sí mismos y de los demás por completo?
Del otro lado del espectro está Elektra, tan elegante, exotica y efervescente como sus golpes
Cuando Matt regresa a casa con una estúpida sonrisa de adolescente enamorado, nos presentan a Elektra Natchios, alguien que parece volver a la vida de nuestro protagonistas luego de diez años de ausencia y por motivos que solo generan desconfianza. Años que aparentemente no han servido para curar viejas heridas. Parece haber un patrón en las relaciones de Matt, y todas empiezan y terminan por la falta de confianza.
Elodie Yung también interpreta a un personaje tan interesante y convincente como el _Punisher_ de Bernthal, solo que en un espectro diferente. Su forma descarada y burlona de decir las cosas la convierten por momentos en lo más refrescante de la serie. Algo de humor entre tanta oscuridad, algo de elegancia entre tanto caos, un tono diferente de rojo entre tanta violencia.
Solo hay espacio para un rey
En esta temporada de Daredevil parece haber espacio para demasiada gente. Nos han bombardeado con una enorme cantidad de personajes importantes, personajes poderosos y en la mayoría de los casos mucho mejor escritos y desarrollados que el mismo Matt Murdock, que en ocasiones se siente soso, plano, torpe, y sencillamente aburrido.
En contraste con la temporada anterior en la que la única figura antagonista real y de peso era Fisk, esta vez tenemos héroes y antihéroes esparcidos por todos lados, cada uno persiguiendo su propia linea de la trama. Y es justo aquí donde la segunda temporada de Daredevil se queda bastante corta, simplemente no está bien escrita.
Esta vez no existe un villano como tal, suerte que la gran mayoría del tiempo es invertido en escenas de acción completamente fenomenales que te quitan de la mente rápidamente la sensación de incomodidad que te produce actualmente la trama. Han introducido en un show de solo 13 episodios una cantidad ridícula de conceptos e historias paralelas, que en esencia son bastante interesantes, pero que no se han desarrollado bien, no se han conectado, y su resolución es bastante pobre.
Por momentos parece que cada personaje está en una serie diferente. Karen y su nueva profesión, intentando por motivos que nunca nos esclarecen, cambiar la imagen que tienen el mundo de Frank Castle, ¿por qué le interesa tanto?, en serio, ¿por qué demonios? Es difícil crear una conexión con un personaje si no entiendes qué es lo que los mueve.
Entretenimiento agridulce
Daredevil es una excelente serie de acción, la adición de _The Punisher_ y _Elektra_ en esta temporada fueron sin lugar a duda grandiosas elecciones. Ni que decir del momento en el que deciden traer de vuelta a la escena al grandioso Wilson Fisk. Las interacciones entre él y _The Punisher_ se llevan el premio a mis momentos favoritos de los trece episodios.
Ahora, el problema está que si quitas todas las fabulosas coreografías, las hordas de ninjas, el gore de las escenas más violentas que incluyen desde cráneos destrozados en pantalla hasta tortura no apta para estómagos débiles, te quedas con una historia que apenas tiene sentido y que es muy poco memorable. No solo eso, se presentan demasiados conflictos, y se espera hasta los dos últimos episodios para resolverlos de forma bastante insatisfactoria.
Muchas de las escenas con más diálogos y donde la acción y la violencia se detienen un poco, son tan aburridas, dispersas, y hasta repetitivas (no se cuantas veces Matt jodió el día con su insistencia en no matar y su cursilería) que no retienen tu atención, simplemente estás esperando la siguiente pelea, como el que espera la siguiente persecución a toda velocidad en una película de Rápido y Furioso.
Al final Daredevil deja nuevamente el espacio abierto para una continuación, y conecta bastantes puntos sutilmente con Jessica Jones, apuntando directamente a ese ensamblaje de superheroes que todos esperamos ver. Ahora, es momento de sentarse a esperar por Luke Cage.