Los biólogos somos de los pocos privilegiados en observar a los animales comportarse de manera natural, algo mucho más difícil de lo que parece debido a nuestras propias acciones. El comportamiento de la fauna puede sorprendernos muchísimo cuando nos paramos el suficiente tiempo. Y aunque estamos hablando de animales, a veces no nos gusta el reflejo de lo que vemos. Por ejemplo, las nutrias marinas (Enhydra lutris) tienen una fea costumbre descubierta hace relativamente poco. Son capaces de violar hasta la muerte a los cachorros de foca de la bahía donde conviven. Este comportamiento, en extremo agresivo, impactó muchísimo a los zoólogos que lo observaron por primera vez, los cuales han comprobado que es un comportamiento más extendido de lo que parece. Por supuesto, y a pesar de que hablamos de una especie animal, los investigadores no han podido evitar hacerse la pregunta: ¿por qué lo hacen?
La vida entre nutrias
Los seres humanos tenemos tendencia a "humanizar" al resto de especies. No es nada raro tratar a nuestras mascotas como un miembro más de la familia o buscar una explicación de comportamiento compleja, más propia de una especie distinta, a hechos puramente casuales. Por eso, los biólogos marinos y zoólogos que monitorizaban el santuario de nutrias de Monterrey se quedaron horrorizados al ver como una nutria "secuestraba" a un pequeño cachorro de foca, que trataba de resistirse, y copulaba con él durante un largo periodo de tiempo; de hecho, hasta matarlo, tras lo cual, el macho de nutria siguió copulando con el cuerpo de la foca. Y no fue un caso aislado. Estos biólogos se pasan mucho tiempo observando y viviendo entre los animales del Santuario de Monterrey, para poder estudiarlos en un ambiente natural, por lo que han podido ver este y otros comportamientos igualmente sorprendentes.
Por ejemplo, esto no solo ocurre con los cachorros de foca. Las nutrias también "raptan" a algunas hembras desprotegidas. Tras morderles en el hocico, con saña, las toman y obligan a postrarse en el agua, dejándolas con la cabeza bajo esta, y copulan con ellas en una violenta danza. Algunas veces este acto acaba con la muerte de la hembra, la cual puede desangrarse, si el proceso anterior ha sido demasiado violento, o ahogarse, si el macho es demasiado efusivo. Incluso se ha observado como algunos de estos machos, tras morir la hembra, seguían copulando con el cuerpo flácido. Es más, aún para más horror de los biólogos, se ha llegado a ver como un grupo de machos mantenía el cuerpo sin vida de una pequeña foca durante una semana completa, copulando con él repetidas veces. ¿Qué sentido tiene copular con un cadáver, u otra especie (o las dos cosas) si tu intención es reproducirte?
Buscando respuestas
Ahora, antes de seguir, hay que recordar una cosa importantísima. Estamos hablando de nutrias. Hasta la fecha, la crueldad no es un atributo que se les atribuya a estos animales. De hecho, la crueldad, la saña o la venganza solo se les atribuye a unos pocos mamíferos, como son los primates o los cetáceos, y no todos. Esto no quiere decir que no exista entre otros animales en una manera, probablemente, mucho más rudimentaria. Pero no parece que el comportamiento de las nutrias sea algo cruel, excepto para nuestro punto de vista. Tampoco lo hacen por diversión o placer (al menos, que nosotros sepamos). En las especies como las nutrias, la copulación es más por necesidad que por disfrute. La pregunta que realmente hay que contestar aquí ¿por qué lo hacen, entonces? El grupo de investigadores tiene su propia respuesta al respecto, y parece bastante coherente. Ésta estaría en el comportamiento polgínico de la especie. La No hay crueldad, saña o placer en este comportamiento, aunque nuestra naturaleza lo humanice
poliginia es una forma de social de emparejamiento donde un solo macho tiene un harén de hembras, las cuales solo se aparean con él.
El macho más fuerte y violento, marca una zona de exclusión para el resto de machos, que quedan recluidos a una especie de apartado especial para solteros. Además, la mortalidad entre las nutrias parece haber aumentado, dejando aún menos hembras entre la población. Esto parece haber exacerbado el comportamiento de los machos sin harén, quienes se comportan de una manera muy agresiva y recurriendo al sexo interespecífico (con otras especies). Esto último no es tan extraño. Se ha observado en otros animales (incluyendo el humano), aunque nadie tiene una explicación satisfactoria para este comportamiento. Pero la agresividad, aunque natural entre las nutrias, si puede ser un problema en una población pequeña. Las nutrias marinas se consideran una especie amenazada, así que cualquier cuidado es poco antes de que se conviertan en una especie en peligro de extinción. A veces es muy difícil comprender que los animales son animales (como nosotros) y que si ya nos cuesta entender a nuestra propia especie, tratar de hacerlo con otra es una tarea titánica. Sin embargo, ahí estamos, tratando de entender un poco mejor a las nutrias y el resto del mundo que las rodea. Aunque lo que veamos a veces no nos guste nada.