En Hipertextual somos fieles defensores de que la tecnología, concebida como el conocimiento de una técnica aplicada a un producto, debe además de resolver problemas cotidianos, ser lo más invisible posible para que se integre en nuestras vida. Mirando curiosidades sobre Japón tope con algo que me dejó alucinado, tecnología invisible llevada al máximo nivel.
En Tokio, una de las ciudades más avanzadas en la adopción de tecnología, las bicis que usan sus ciudadanos pueden ser aparcadas en un parking subterráneo, como si fuese un coche. Su funcionamiento es similar al del grifo de nuestras casa, pulsamos y sale agua, pero no todo el mundo conoce el porqué. En estos parkings ocurre lo mismo.
Los japoneses se encuentran en la calle una pequeña entrada a una especie de ascensor con un carril o guía del grosor de una rueda de bici. El usuario solo tiene que pasar su tarjeta de identidad para que la cinta mueva la bicicleta dentro del ascensor, una vez que se cierra la puerta podemos ver lo más espectacular:
El Eco Cycle Anti-Seismic Underground Bicycle Park fue diseñado y construido por los ingenieros de Giken Seisakusho y puede almacenar hasta 800 bicicletas a la vez. Sus creadores también han desarrollado diseños de sistemas similares y funcionamiento similar, pero con los coches con el tremendo ahorro en metros de suelo que supondría (algo determinante en ciudades con tantos habitantes por metro cuadrado como Tokio).
Imaginad en el futuro calles sin coches aparcados, sin problemas para aparcar. Una ciudad subterránea donde los coches, motos y bicicletas son guardados a salvo y sin estar bajo la intemperie.