Es sencillo llegar a la farmacia y pedir una caja de ibuprofeno, amoxicilina o cualquier otro medicamento. Sin embargo el proceso de producción de medicinas no es tan simple como su disposición. Desde que se descubre una molécula útil hasta que podemos comprarla en un bote hay un proceso muy largo y costoso.

Hace poco tuvimos la suerte de ver por dentro los laboratorios de Bayer, una de las industrias farmacéuticas más grandes y potentes. Eso nos dio la oportunidad de conocer el proceso desde lo más íntimo, hablando con los investigadores y las personas detrás de la caja de aspirinas que tienes en el armario. Por ello vamos a contaros el complejo e interesante proceso, sorprendente en muchos aspectos, que hay detrás de la producción de medicinas.

Primer paso, descubrir un compuesto

Aunque pueda parecerlo este no es lo más complejo ni difícil de todo el procedimiento de producción de medicinas. Eso no quiere decir que sea sencillo, por supuesto. Este proceso comienza cuando un investigador se pregunta, al ver una enfermedad, qué se puede hacer contra ella. Las enfermedades se estudian para conocer los mecanismos que las provocan. Una vez realizados numerosos estudios donde se observan moléculas, proteínas y efectos de la enfermedad llega nuestro investigador y se cuestiona concretamente: ¿qué compuestos conocemos que puedan afectar a estos mecanismos?

producción de medicamentos
Robot de laboratorio para realizar el HTS

Las industrias farmacéuticas tienen una gran base de datos, cada día mayor, en la que se describen los efectos de millones y millones de sustancias de todo tipo. En estas bases de datos también se explican como actúan sobre ciertas enfermedades o sencillamente sobre nuestro organismo. Esto se realiza gracias a una batería de pruebas llamada HTS o Análisis de Alto Rendimiento (High Troughput Screening). El HTS **está completamente automatizado El proceso de screening es capaz de analizar más de 300.000 sustancias nuevas en un díay lo llevan a cabo unos robots dentro del laboratorio capaces de analizar más de 300.000 sustancias en un solo día.

Las sustancias más prometedoras pasan a ser prototipos moleculares. Solo una de cada 1.000 es adecuada para continuar con el proceso. Para identificarla, esta sustancia prototipo ha de adherirse correctamente a la molécula diana, la que estaba relacionada con la enfermedad. Una vez que se ha identificado correctamente, el prototipo ha de pasar por una fase donde se estudia la molécula estructuralmente. Gracias a los ordenadores se prueban diversos derivados basados en el prototipo mediante computación. Los que pasen esta fase serán optimizados un poco más adelante.

Optimizando y probando un medicamento

La siguiente fase de producción de medicinas consiste en la optimización. Este procedimiento consiste en comprobar que los compuestos estimados no producen toxicidad, se adhieren correctamente a la proteína diana y que se pueden utilizar en un medicamento. Además se comprueba que son efectivos a cantidades razonables. Tras la optimización llegamos por fin a las primeras pruebas reales. Los ensayos preclínicos** consisten en pruebas que pasan por ver como actúa la molécula en cuestión sobre las células, sobre un tejido y finalmente sobre un ser vivo complejo.

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Este punto, uno de los más criticados y difíciles de entender, es todavía necesario. Nosotros, como animales que somos, tenemos una biología muy, muy complicada. Lo que en papel y ante una sola molécula puede parecer una reacción limpia se puede convertir en un infierno capaz de matar a una persona ante los millones de factores que produce nuestro cuerpo. Por eso necesitamos todavía probar muchos de estos fármacos en animales. Eso sí, se hace siempre con la máxima ética y se evita siempre que es posible, como a la hora de refinar medicamentos parecidos.

Los ensayos clínicos y el mercado

Por fin, una vez que se comprueba la seguridad y la efectividad de la molécula se comienzan las fases clínicas. La primera se realiza con muy pocos pacientes, casos concretos y que son seguidos muy de cerca por un médico. De la primera fase pasamos a la segunda, con grupos reducidos y que llegan, como mucho, a un centenar de personas. Si el medicamento se observa como positivo entonces pasaremos a fase tres, que es el paso final de un medicamento antes de comenzar el proceso de comercialización.

La fase dos tiene como objetivo evaluar la dosis más efectiva así como documentar cualquier tipo de contraindicación no prevista. La tercera fase clínica se realiza para demostrar que el medicamento es mejor que otra terapia similar disponible en el mercado. En cualquiera de estos puntos el medicamento puede ser descartado de inmediato si no cumple con las expectativas. Los ensayos clínicos, además, pueden llevar años de administración y análisis. Una vez que se comprueba que el medicamento es mejor que otros se podrá pasar a la fase de comercialización.

Conferencia sobre nuevos medicamentos en Bayer, Leverkusen.
Conferencia sobre nuevos medicamentos en Bayer, Leverkusen.

La comercialización es el último paso y uno de los más complejos en la producción de medicinas. El compuesto ha de pasar por comités de todo tipo encargados de evaluar los resultados de los medicamentos, revisar sus indicaciones y contraindicaciones y comprobar su posición en el mercado. Además se exige que un laboratorio independiente estime los gastos y beneficios de un medicamento para poder entrar dentro del sistema sanitario. Se necesitan entre 12 y 15 años y más de 1000 millones de euros para desarrollar un medicamentoNormalmente, por cada medicamento se generan hasta 500.000 páginas (unos 13Gb de datos) tan solo para su comercialización.

Una vez que se aprueba legalmente es cuando la empresa detrás del medicamento puede comenzar con el proceso de marketing. En general desde que se descubre un prototipo hasta que se puede encontrar un medicamento en el mercado se necesitan entre 12 y 15 años y más de 1000 millones de euros. Parece una cifra exagerada pero entre el 20 y el 40% se va solo en las fases clínicas. Y eso sin contar con el hecho de que en cualquier momento del proceso puede perderse todo el trabajo realizado hasta el momento. Por todo ello la producción de medicinas es compleja y cara pero sigue siendo indispensable en el tratamiento de enfermedades de todo tipo. Detrás de la caja de aspirinas que tienes sobre la mesa hay miles de millones y varios años de esfuerzo, muchos profesionales y mucha investigación. No está mal acordarse de vez en cuando de ello.