El flagship de Samsung para el año 2014 (Samsung Galaxy S5) no ha cumplido con las expectativas. Según informa Wall Street Journal, Samsung habría vendido un 40% menos de unidades de las que el fabricante esperaba inicialmente, un duro varapalo para una compañía que solo recibe malas noticias durante los últimos meses.
Y es que la situación de Samsung es bastante delicada ahora mismo. Eso no es ningún secreto. Ya son varios los trimestres que la compañía asiática no logra cumplir las expectativas de los inversores y que los beneficios decrecen respecto a meses anteriores. Su viabilidad económica no peligra por el momento, pero está claro que necesitan un cambio.
Las balas se agotan en la recámara de Samsung
Wall Street Journal también afirma que la posición de J.K. Shin (actual presidente de la división de telefonía y tablets de Samsung Electronics) estaría en peligro. El responsable asiático sería reubicado en la empresa, y su lugar lo ocuparía otro de los hombres fuertes de Samsung, B.K. Yoon (actual co-CEO de la compañía).
Esta sería solo una de las medidas que estarían tomándose internamente para revertir la situación. Se habla de un nuevo lenguaje de diseño, nuevas prioridades y un foco diferente en la creación de productos. Todo ello, con el objetivo de mejorar sus productos lo máximo posible y, por lo tanto, lograr invertir la situación que actualmente pasa la compañía.
Veremos cuantos de estos rumoreados cambios son ciertos –como ya saben, son solo rumores, nada oficial por el momento– y, sobre todo, cómo acaban impactando estos en el producto final que veremos durante el próximo año 2015. Y es que el próximo año podría ser la última bala en la recámara de Samsung: la industria avanza a un ritmo frenético, y el que tropieza varias veces seguidas, encontrará muchísimas dificultades para recuperarse. Que se lo pregunten a otros como Nokia, BlackBerry y, en menor medida, HTC.