No son pocos los que ven en las impresoras 3D esos objetos maravillosos con los que soñaron en su infancia. No se puede negar el asombroso potencial de estos gadgests para reproducir los juguetes favoritos de prácticamente cualquiera con suficiente tiempo y paciencia. Son herramientas asombrosas, pero lamentablemente no escapan de polémica.
Como ya hemos dicho, el potencial para reproducir los juguetes favoritos de sus dueños es ilimitado cuando se trata de impresoras 3D. El problema es que cientos de personas alrededor del mundo sienten cierta afinidad por los juguetes equivocados, como por ejemplo las armas de fuego.
Y son precisamente todos esos diseños de armas de fuego que cada vez se hacen más funcionales y populares en Internet lo que está haciendo que las impresoras 3D pasen de ser gadgets maravillosos a potenciales peligros para la vida de personas. Es tan simple como que gente a la que no le está permitido adquirir armas podría no tener problemas para adquirir impresoras 3D.
Pero lo maravilloso de la humanidad de y sus artilugios es que tan bien como se les da hacer el mal se les puede dar hacer el bien. Es por eso que algunos creemos que el potencial positivo de las impresoras 3D es muy superior a lo malo que se puede obtener de ellas.
Las impresoras 3D y la industria medica
Una de las áreas más prometedoras para la impresión 3D es justo la de la conservación de la vida y la salud humana. El mercado de las prótesis y artículos similares es uno de los que tienen más amplios márgenes de ganancia, lo que hace que la relación entre precios de venta y costos de producción sean realmente absurdos.
En el primer mundo, pese a no dejar de ser indignante, el problema es mucho menor por el buen nivel adquisitivo de sus habitantes. Las cosas son radicalmente distintas en países del tercer mundo y en vías de desarrollo donde para la mayoría no hay modo de pagar hasta las prótesis más sencillas, y es bastante complicado reponer algunos tipos de equipamiento médico.
Las impresoras 3D suponen una interesante alternativa a los abusivos márgenes de ganancia de la industria. En regiones menos favorecidas el personal de salud ahora podría contar con una oportunidad asombrosa para ayudar a gente que en otro tiempo no tenía ninguna oportunidad de ver solución a algunos de sus problemas de salud, y todo de un modo bastante asequible.
El emprendimiento y el desarrollo humano
No hace falta decirlo, difícilmente ha habido un periodo en que la humanidad se ha volcado tanto al emprendimiento y al desarrollo de nuevos proyectos. Debemos agradecer al Internet y al mundo moderno por darnos las herramientas adecuadas, y ahora muchos pueden agradecer también a las impresoras 3D.
Los mentados gadgets son cada vez más económicos y asequibles, incluso los emprendedores con menos capital pueden hacerse sin demasiados problemas con una impresora 3D. Esto se traduce directamente en una inmensa facilidad para que pequeños talleres y desarrolladores de hardware creen todo tipo de invenciones que en otro momento difícilmente pudieron ver luz.
De nuevo, todo esto se traduce en una asombrosa capacidad para el progreso humano, que de a poco hemos visto cristalizar en cientos de proyectos exitosos de crowfunding.
En conclusión, sí, las impresoras 3D tienen un potencial bastante oscuro del que mucho se ha hablado porque siempre damos más atención a las cosas que nos inquietan. Pero también se trata de herramientas extraordinarias que pueden ayudar mucho a mejorar nuestra calidad de vida en maneras que todavía no podemos siquiera imaginar, por lo que probablemente se trate de uno de los mayores milagros de este nuevo milenio.