Siempre he tenido cierta debilidad por la gama Nexus. Actualmente soy un poseedor de un Nexus 4, y nunca he tenido problemas con él, pudiendo adquirirlo justamente antes de que sacaran el nuevo Nexus 5, con la consecuente bajada de precio que tenía. Además, lo compré por el hecho añadido de que me gusta ir probando distintas Custom ROMs y el Nexus 4 es uno de los dispositivos con los que más comunidad cuenta, como todos los productos de la gama Nexus.

Esto ha sido un problema consistente en anteriores modelos, un problema que quita prestigio a la gama.Pero con estos dos últimos dos smartphones Nexus, Google ha hecho un movimiento que pocas veces se han visto en los fabricantes y que no ayuda para nada a la imagen de la gama Nexus, y es el hecho de sacar una nueva versión del dispositivo con un hardware con ligeras modificaciones. Me explico: presentar un dispositivo con un diseño determinado y tras un determinado tiempo, sin decir nada a los consumidores, cambiar ciertos puntos del diseño para mejorar su uso, pero fastidiando durante el proceso a todos los early adopters que compraran su terminal de primeras.

Yo tuve suerte y tuve un Nexus 4 con la Rev 1.1, el cual tuvo un par de mejoras de hardware con respecto al Rev 1.0, como una lente de la cámara más pequeña y más cercana al cristal trasero para mejorar las fotografías tomadas; y lo que se conoce como las “patitas”, que era un añadido en la parte trasera para elevar ligeramente el móvil y evitar tapar el altavoz. Sin embargo, muchos otros tuvieron la Rev 1.0, y en su momento este tema molestó a mucha gente, porque no les parecía justo que ellos hubieran pagado el mismo precio que otros, y recibieran una versión ligeramente mejorada del terminal. De hecho, mucha gente pidió un reemplazo del terminal con la esperanza de recibir la nueva actualización.

Todos esperábamos que esto fuera un hecho único y aislado, pero el pasado año, y lejos de solucionar este fallo, LG y Google volvieron a tener el mismo problema, sacando una revisión de hardware del Nexus 5 en el que aumentaban el tamaño de la apertura en la carcasa para los altavoces situados en el borde inferior del dispositivo, así como los botones de encendido y volumen son sustituidos por unos más estables, lo cual fue mencionado en este artículo. Este cambio fue una vez más sin avisar y dejando a algunos usuarios con versiones del Nexus 5 que, si bien no eran diseños beta, no eran el producto final por el que habían pagado.

No me malinterpreten: esto es de agradecer, porque Google está dispuesto a mejorar un buen producto con un sencillos cambios, e incluso las revisiones de hardware en su primera versión no tienen fallos críticos que perjudiquen su funcionamiento. Pero por otro lado, también da sensación de que sacan productos inacabados y corrigen fallos conforme continúa el ciclo de ventas, demostrando que no les preocupa en exceso los usuarios que compraron de primeras su dispositivo Nexus.

Y llegamos a octubre de 2014, y justamente ayer fue presentado el nuevo Nexus 6, el nuevo integrante de la gama Nexus que llega con Android 5.0 Lollipop con un hardware espectacular y a un precio de 649 dólares en su modelo base, algo que ha implicado un cambio en la tendencia de esta gama, pero no tiene por qué ser malo a priori. Sin embargo, este cambio de tendencia debería ser motivación suficiente para que no haya futuras revisiones de hardware en el nuevo Nexus 6.

La primera razón, y la más evidente, es el precio: un usuario que se deja un dinero muy cercano a dispositivos como el iPhone 6 o el Galaxy Note 4 no quiere ver como hay revisiones posteriores de hardware en el que mejorar diferentes aspectos como altavoces, botones del terminal o incluso la pantalla, su principal protagonista. Otra razón válida sería el hecho de que esto resta prestigio a la marca Nexus en sí, mostrando un producto que podría haber sido mejorado y perdiendo así una buena posición para la batalla de phablets que vamos a ver de aquí a final de año.

Nexus 9 04

Finalmente, y para mí la razón más importante son los usuarios, aquellos usuarios que están dispuestos a dejarse al menos 650 dólares por este terminal merecen un mínimo de deferencia y, si finalmente se da el caso de que hubiera una revisión de hardware, la compensación cambiando su terminal por uno con dichas modificaciones, por minúsculas e ínfimas que sean, deberían entrar dentro de los planes de Google. Si Google quiere cambiar la tendencia en los números de ventas de los Nexus (y esta estrategia está aún por ver si es efectiva o no), el nuevo Nexus 6 no debe tener revisiones de hardware, al menos no sin pensar en las consecuencias que esto puede traer.