La semana pasada hablábamos del sistema operativo webOS, su historia y de cómo al final sucumbió ante su mala suerte y mala gestión. Pero no se trata del único sistema operativo que ha sucumbido en esta carrera entre compañías. Esta semana vamos a hablar de Bada, el que fue en su momento sistema operativo presentado por Samsung y que acabó siendo absorbido por Tizen, el cual tampoco tiene su futuro muy claro aún.
Inicios de Bada
Tras haber presentado en 2007 su iPhone con su sistema operativo iOS, el resto de compañías estaba en una encrucijada. Algunas habían empezado incluso antes de la presentación, como Google con Android, aunque tras la presentación del iPhone original, admitieron tener que empezar de 0. Otras como Samsung eran ambiciosas y querían un pedazo del pastel, y para ello cubrieron todos los frentes posibles: terminales con Android, terminales con Windows Mobile (y posteriormente Windows Phone), y terminales con un sistema operativo propio.
Así, el 10 de noviembre de 2009 se presentó al mundo Bada. Tras el anuncio y el inicio de comercialización en 2008 de Android, y la presentación de webOS, el cual por aquel entonces prometía mucho, era imperativo para Samsung presentar su propuesta para la era de los smartphones en ese mismo año. Sin embargo, a partir de aquí todo fueron especulaciones, puesto que no se supo nada más digno de mención sobre Bada hasta el Mobile World Congress en Barcelona en febrero de 2010.
En el MWC, Samsung presentó de forma oficial el Samsung Wave S8500, el primer dispositivo de la compañía surcoreana en llevar Bada. El nombre Wave no es casualidad, y estaba ligado íntimamente al sistema operativo, puesto que Bada significa “océano” o “mar” en coreano y Wave significa “ola” en inglés. De hecho, el nombre Wave se convertiría en distintivo de Bada, como Galaxy se convirtió posteriormente en distintivo de Android.
En sus inicios, Java contó con el apoyo de compañías como Twitter, EA, Capcom y Gameloft
Tres meses después, en mayo de 2010, Samsung hizo público la beta del SDK de Bada, con el fin de atraer a desarrolladores a su plataforma. Samsung sabía que este movimiento era crítico, debido a que la gran mayoría de desarrolladores estaban en iOS, y necesitaba atraerlos para poder darle potencial a su sistema operativo. Incluso decidió crear el Bada Developer Challenge con un total de premios por valor de 2,7 millones de $. Finalmente, en agosto de 2010 Samsung presentó la versión 1.0 del SDK de Bada.
El Wave S8500, que se pondría a la venta a partir de abril de ese mismo año, fue un dispositivo avanzado para su época: pantalla de 3.3 pulgadas Super AMOLED, cámara de 5 megapíxeles y procesador de 1GHz, muy similar al Galaxy S original. Y de hecho, tuvo un arranque inicial muy prometedor, alcanzando el millón de unidades vendidas en tan sólo cuatro semanas.
Caída
El Wave S8500 salió al mercado en abril, y en junio de 2010 anunciaban los S5250 Wave 2 y el S5330 Wave 2 Pro (éste último con teclado QWERTY deslizante desde el lateral), los cuales contarían con Bada 1.1. Sin embargo, el Wave original fue víctima de su propio éxito, y cuando llegó su sucesor oficial en, el S8530 Wave II, Samsung no disponía de suficientes pantallas AMOLED, por lo que el Wave II salió al mercado con un panel Super Clear LCD y Bada 1.2, y la producción del Wave original fue cesada.
En octubre de 2010, Samsung ponía a la venta los móviles que anunció en junio, el S5250 Wave 2 y el S5330 Wave 2 Pro, junto con un nuevo Samsung Wave 575 que sería el sucesor del S5250 Wave 2. Así es, Samsung puso a la venta un teléfono para el cual le tenían ya preparado un sucesor, teniendo como principal diferencia que el Wave 575 tendría capacidad para operar con redes HSDPA y el S5250 no. Y a su vez, también puso a la venta el Wave S7230, el cual contaba con una cámara ligeramente mejor que el Wave 575 y contaba con un acabado metálico trasero.
Esta estrategia de Samsung de sacar diferentes modelos de móviles podemos verla hoy en día en la compañía surcoreana, en la que sacan múltiples smartphones a lo largo del año para tener ocupados todos los nichos de mercado. Pero esto funciona cuando tiene un producto con un ecosistema ya definido, como es ahora mismo Android con la gama Galaxy, no cuando tienes un sistema operativo que está en pañales y que aún no se sabía su destino. Incluso se acusó a Samsung de que a Samsung no le importaba el desarrollo de Bada, sino la mayor venta de terminales que pudieran lograr.
Tras Android, Bada se convirtió en el segundo sistema operativo en implementar el NFC
Para acallar los rumores de que no se preocupaba por su sistema operativo, Samsung anunció en diciembre de 2010 lo que sería Bada 2.0 (versión que acabaría contando con capacidad para uso del NFC, HTML5, multitarea y reconocimiento de voz), así como actualizaciones a Bada 1.2 (por aquel entonces la última versión disponible de Bada), al Wave original, así como el Wave 575 y Wave S7230 para principios de 2011, y una posible actualización del Wave 2 y Wave 2 Pro a Bada 1.2. Durante ese mes también se liberó la nueva SDK de Bada, la versión 1.2.
Entramos a 2011 y Samsung cumplió su palabra… en parte. Aunque actualizó al Wave original, se olvidó completamente de los Wave 2 y Wave 2 Pro para Bada 1.2 y, por supuesto, para Bada 2.0. Y el 2011 continuo y el impulso inicial de Bada se perdió, resultando cada vez en menos novedades, y menos notas de prensa. Bada 2.0 se retrasaba cada vez más y más.
Finalmente, en agosto de 2011, Samsung hizo múltiples anuncios: la nueva versión de su SDK, Bada 2.0, la actualización de algunos de sus dispositivos a Bada 2.0, y la presentación de 3 nuevos dispositivos, el Wave Y S5380 orientado a la gama baja, el Wave M S7250 el cual fue filtrado meses antes, y el que sustituiría al actual Wave II, el Wave 3 S8600, y finalmente el hecho de que ya se encontraban trabajando en Bada 3.0. A finales del año 2011, Samsung anunció que el Wave 2 y Wave 2 Pro no darían el salto de Bada 1.1 a Bada 2.0, desmintiendo rumores surgidos en Internet, así como que actualizaría el resto de terminales Wave a lo largo de 2012.
Y durante 2012 no hubo ninguna nueva información sobre Bada, salvo los rumores cada vez mayores de que Samsung abandonaba Bada. Ni Bada 3.0, ni nuevos dispositivos, nada. Resultó que, aunque Bada había crecido, Android lo había hecho aún más, y Samsung vio que era inútil continuar esa lucha, pues los desarrolladores eran insuficientes y no había tantas apps como en Android (aunque hubo honrosas excepciones como el hecho de que llegara Plants Vs. Zombies 2 para Bada 2.0). Además, su gama Galaxy les estaba aportando grandes beneficios y no iban a dividir esfuerzos en dos sistemas operativos.
Finalmente, el 25 de febrero de 2013, tras 31 millones de dispositivos vendidos y en toda su historia y más de un año y medio después de la presentación del Wave 3, Samsung anuncia de forma oficial la desaparición de Bada, y cómo Bada se fusionaría con su nueva apuesta Tizen, pudiendo utilizar aplicaciones desarrolladas originalmente para Bada en Tizen. Tres días más tarde, Samsung actualizaba por última vez el SDK después de llevar un año sin actualizarlo, dejándolo en la versión 2.0.6., el cual a día de hoy aún se puede descargar aquí. Bada había dejado de existir.
Conclusiones
En palabras de Hong Won-pyo, presidente del Media Solutions Center de Samsung, sobre la fusión de Bada con Tizen: “en lugar de verlo como una fusión de Bada con Tizen, es mejor verlo como una transición hacía un mejor servicio para nuestros clientes”. Esta frase para mí es la mejor definición de la principal causa de su desaparición: Bada no estaba preparado para los smartphones actuales.
También fue un mal movimiento por parte de Samsung dejar sin soporte de la noche a la mañana a los más de 30 millones de dispositivos con Bada, en un intento de hacer borrón y cuenta nueva con Tizen. Eso demuestra de que Samsung no aprendió que a los clientes potenciales y a los desarrolladores no se les gana sólo con un buen smartphone, sino con un sistema operativo nutrido y apoyado por su propia compañía, y que si algún día quiere dejar Android y empezar a comercializar dispositivos con su propio SO, deberá preocuparse de no solamente ver cuantos millones vende, sino también del futuro del sistema operativo que los hace funcionar.